El Volkswagen Corrado es uno de esos coches injustamente olvidados por la historia, en mi opinión. El Corrado iba a llamarse Scirocco, pero sus avances tecnológicos y sus innovadores propulsores hicieron que Volswagen lo elevara un peldaño en su escalera de posicionamiento, buscando una mayor diferenciación comercial. El coupé alemán disfrutó de motores sobrealimentados por compresor, de versiones VR6 y de tecnologías tan futuristas como un alerón trasero activo. Una tecnología de aerodinámica activa revolucionaria en coches de calles, con la que se adelantó incluso al Porsche 911.
Pioneros en aerodinámica activa
En verdad, el primer coche de producción con un sistema de aerodinámica activa fue el Porsche 959. Lanzado al mercado en 1986, sus amortiguadores reducían la altura libre al suelo a partir de los 150 km/h, buscando un coeficiente de penetración aerodinámica más favorable. El Lancia Thema 8.32, también lanzado al mercado en 1986, tenía un alerón trasero retráctil, pero su funcionamiento no era automático: el conductor tenía que activarlo mediante un pulsador en el volante. Fue el Volkswagen Corrado el primer coche de producción en disponer de un alerón trasero activo de accionamiento automático, adelantando por unos pocos meses al Porsche 911 (964).
El icónico nueveonce y el fascinante baile de su alerón trasero – desplegado a partir de los 80 km/h – hizo que muchos se olvidaran de que esta tecnología ya estaba disponible en un «simple» Volkswagen. ¿Cómo funcionaba este spoiler? Esta situado sobre el portón del maletero y funcionaba mediante un pequeño motor eléctrico y un sistema de cables. Cuando el coche superaba los 120 km/h el spoiler se desplegaba, reduciendo en un 64% la sustentación del tren trasero – incrementando de forma efectiva su carga aerodinámica. El resultado era que la zaga estaba más «pegada» al suelo, logrando un comportamiento más estable a alta velocidad.
Algo muy positivo para el Volkswagen Corrado, un coche de orientación muy dinámica y deportiva: heredaba del Volkswagen Golf GTI Mk2 16V su chasis «Plus». Además de un chasis ágil y responsivo, el Corrado presumía de una caja de cambios con cinco relaciones cerradas, ABS, dirección asistida y asientos deportivos con ajuste eléctrico. Sus versiones de 16 válvulas hacían uso del legendario motor 1.8 16V KR de 139 CV, mientras que los G60 alcanzaban los 160 CV gracias a un compresor volumétrico. La joya de la corona era el Volkswagen Corrado VR6, con un motor de seis cilindros en uve estrecha y 2,9 litros de cubicaje.
En su evolución más potente este motor desarrollaba 190 CV, una cifra impresionante en un compacto a principios de los años 90. El Volkswagen Corrado fue considerado uno de los coches más divertidos de conducir de su época, siendo alabado en la época por medios como Top Gear o Car. Los VR6 aceleraban hasta los 100 km/h en menos de siete segundos en sus versiones de 190 CV con cambio manual. El Volkswagen Corrado estuvo a la venta entre los años 1988 y 1995, y sus ventas no fueron especialmente boyantes – algo motivado en parte por un precio elevado.