Volkswagen sigue ampliando lentamente la gama del Golf, dotando ahora a la versión turbodiésel básica de 115 CV de su modelo estrella, junto al T-Roc, con el tradicional cambio automático de doble embrague DSG de siete relaciones. Con ello continúan la costumbre de ofrecer un amplio abanico de conjuntos motopropulsores por los que se ha caracterizado las últimas generaciones del compacto alemán, arrancando la oferta de este Volkswagen Golf en 29.925 €.
El binomio diésel de 115 CV y cambio automático reduce considerablemente el número de alternativas
Todo modelo con ciertas aspiraciones premiums y de destacar sobre el resto, como claramente se le atribuyen a un Golf, debe ofrecer ese amplio abanico de personalización, siendo este el motivo por el que el 2.0 TDI 115 CV, que hasta ahora sólo se ofrecía asociado al cambio manual de seis relaciones, también esté disponible con el DSG-7, maniobra que debería trasladarse a sus primos de SEAT y Skoda con el León y Octavia, respectivamente. Esto hace que el número de alternativas en el mercado se reduzca, apuntando hacia propuestas de «más caché» como lo son el BMW Serie 1 116d Aut., con una oferta de 33.278 € y el Mercedes Clase A 118d 8G-DCT con un precio de 33.900 €, ambos considerablemente más costosos. Otras alternativas pasarían por el Renault Mégane Zen Blue dCi 115 CV EDC, mucho más económico con una oferta de 21.165 €, pero quizá sin los intangibles que espera un cliente Volkswagen. ¿Y el Mazda 3? Sí, este sería el rival ideal, por esa sensación de calidad que aporta sin llegar al precio del tridente alemán, pero carece de una mecánica de similares características.
Respecto al manual, el DSG ofrece sólo un mayor confort de conducción
Volkswagen Golf
Volviendo a nuestro protagonista, bajo el capó cuenta con el sobradamente conocido bloque turbodiésel de dos litros y cuatro cilindros, con inyección directa por conducto común y turbo de geometría variable, que desarrolla una potencia máxima de 115 CV y un par máximo de 300 Nm que se obtiene desde muy abajo (1.600 rpm) y que se mantiene constante hasta las 2.500 rpm. Con este cambio automático de doble embrague DSG de 7 relaciones, que tiene un sobrecoste de 1.775 € en el nivel de equipamiento básico, sólo ganaremos en confort de conducción, ya que las prestaciones y consumos se mantienen prácticamente idénticas: 10,4 segundos en el 0 a 100 km/h y 4,5 l/100 km de consumo combinado según el ciclo WLTP para el DSG, y 10,2 segundos y 4,5 l/100 km para el manual.
Respecto a los diferentes niveles de acabado, sólo está disponible en dos de los tres acabados con los que actualmente cuenta el modelo de Wolfsburgo, reservando el tope de gama R-Line para las motorizaciones más potentes: 130 CV y 150 CV. El básico, denominado Golf «a secas», parte en los 29.925 €, e incluye elementos como llantas de aleación de 16 pulgadas, aviso de salida de carril, control de crucero adaptivo, instrumentación digital o climatizador, entre otros. Por encima se sitúa el Golf Life, que con un precio de partida de 33.050 €, añade asistente de aparcamiento y cambio de carril, sensores delanteros y traseros de parking, climatizador trizona e iluminación ambiental, entro otros.
Para terminar, decir que por tamaño el Golf se perfila como una de las opciones más compactas del segmento, pues con 4,28 metros de longitud y 2.636 mm de batalla queda alejado de otras opciones como el Serie 1, con 4,32 metros y 2.670 mm, o el Clase A con 4,42 metros y 2.729 mm. No obstante, para cuatro pasajeros tiene espacio más que suficiente, poniendo la nota negativa una calidad de acabado y ajustes, que sin ser mala, no es lo que en principio cabría de esperar de un Golf – prueba Golf eTSI -, y es que modelos como el León le han comido bastante terreno. Así pues, si estas interesado en un coche con estas características, lo más recomendable pasa por, o bien esperar a que el modelo español adopte ese conjunto mecánico, o hacer un pequeño esfuerzo y lanzarte por un A3, Serie 1 o Clase A, salvo que consigas un buen descuento por el Volkswagen.
