La historia del automóvil se ha dibujado alrededor de iconos. Iconos, siglas, y emblemas, que con el tiempo acaban convirtiéndose en leyenda. Pero también ideas, que hoy en día son consideradas como las señas de identidad de esos iconos, aunque en su día pudieran ser consideradas inicialmente como algo ridículo, o incluso una locura. Desde hace más de cuarenta años, el Volkswagen Golf GTI ha sido sinónimo de deportividad contenida, para todos los públicos, pero también del estilo y la distinción en un coche generalista, en un emblema con casi tanto peso como el del propio Volkswagen Golf. Es probable que hoy en día sepas instantáneamente que estás ante un Volkswagen Golf GTI por detalles tan concretos como un tapizado en tartán, un pomo de la palanca de cambios con forma de pelota de golf, o unos detalles en rojo. ¿Pero sabías que algunos de estos detalles se los debemos a Gunhild Liljequist, la primera mujer que trabajó en el departamento de diseño de Volkswagen?
Volkswagen Golf
Cuando el equipo de diseño de Volkswagen inició la tormenta de ideas que derivaría en las claves estéticas, del exterior, y el interior, del Volkswagen Golf GTI, una de las propuestas de Gunhild Liljequist fue considerada como una extravagancia, una locura. Décadas más tarde Gunhild Liljequist aún seguiría recordando cómo algunos de sus compañeros consideraron que diseñar un pomo para la palanca de cambios con forma de pelota de golf era ridículo.
Liljequist tuvo aquella idea, a la postre brillante, imaginando la asociación de las prestaciones del Volkswagen Golf GTI, con el deporte, un deporte que además tenía el mismo nombre que su producto, el golf.
Gunhild Liljequist fichó por la sección de diseño de Volkswagen en 1964 y allí permanecería, dedicada sobre todo al diseño interior y a la elección de detalles y tapizados, durante cerca de 30 años. Y de entre todos sus trabajos, el del primer Volkswagen Golf GTI muy probablemente sea el más destacado, sobre todo por la repercusión que a la larga tendría en el diseño de Volkswagen. Sin ir más lejos, algunos de los detalles de aquel Golf GTI original aún están presentes en los modelos modernos.
Liljequist también contribuyó en algunas ediciones especiales, como la versión «Etienne Aigner» del primer Volkswagen Golf Cabriolet.
También inspiraría algunos acabados muy especiales, como el famoso Marathon Blue, un azul metalizado muy característico del Volkswagen Beetle.
Junto con Herbert Schäfer, que dirigió el departamento de diseño de Volkswagen entre 1972 y 1993, el equipo de diseñadores de la marca decidieron que los detalles en rojo serían una de las señas de identidad del Volkswagen Golf GTI. La idea de Gunhild Liljequist de emplear una pelota de golf para el pomo del cambio fue tomada en consideración, así como otras claves de diseño que hoy en día siguen recordándonos, inexorablemente, que estamos ante un Golf GTI, como un tapizado de cuadros, estilo tartán, en el que el rojo de nuevo es el gran protagonista. Y una razón de peso más para que, en el caso de que estés planteándote comprar un Golf GTI, te plantees mantener sus tapizados en tartán de serie y no optar por la piel.
Coincidiendo con el 40 aniversario del Volkswagen Golf GTI, que se celebraba el año pasado, Volkswagen reunió a Gunhild Liljequist con su sucesora, la diseñadora de textiles Manuela Joosten que se unió a Volkswagen poco después de la marcha de Gunhild (Ver entrevista en la página 13 de esta revista en PDF de Volkswagen).