Un proyecto imposible. Un Volkswagen Golf GTI con un motor de doce cilindros, en uve doble, y 650 CV de potencia. Sin plazas traseras, ocupando su lugar el motor, en posición central, y en configuración de tracción trasera. En otras palabras, un superdeportivo vestido de Golf.
Un Golf con motor W12 y 650 CV
Vivimos un momento en el que es difícil entender cualquier proyecto, cualquier lanzamiento, sin un motor eléctrico. Pero hace tres lustros las ideas más atrevidas llegaban de la mano de una preparación radical, muchísima potencia, y el motor más grande que tuvieras a mano, para crear deportivos tan exóticos e inspiradores como el Volkswagen Golf GTI W12.
Volkswagen Golf
Volkswagen decidió acudir a uno de los eventos anuales más esperados por sus aficionados, el Festival de Wörthersee en Austria, con un prototipo espectacular que, a pesar de engalanarse con el nombre Golf, y disponer de una carrocería que, de alguna forma, se asemejaba a la de un Volkswagen Golf MK5, podía guardar más similitudes con un Lamborghini o un Audi R8, que con un modesto Golf.
Un Volkswagen Golf GTI con motor W12
Ya os hemos hablado largo y tendido de la devoción que ha mostrado Volkswagen por los motores en uve doble.
Volkswagen nos ha deleitado con motores W8, con motores W16 pero, sobre todo, con motores W12, que se han convertido en el verdadero referente de sus coches más lujosos y el centro de gravedad de la gama Bentley, no solo por su potencia, sino también por su elasticidad, fiabilidad y suavidad.
Así fue como Volkswagen decidió crear un deportivo de motor central, con 650 CV de potencia y doce cilindros, en un envase compacto, como es el del Volkswagen Golf.
Frankenstein de Volkswagen, Audi, Lamborghini y Bentley
Como ya te habrás imaginado, era un Volkswagen Golf por apariencia y nombre. La plataforma del Volkswagen Golf se condimentó con el eje trasero y el sistema de frenos posteriores del Lamborghini Gallardo, el tren delantero del Audi RS4 y la caja de cambios del Volkswagen Phaeton, así como el motor W12 de Bentley.
Se eliminaron las plazas traseras y en su lugar se dispuso del motor central, creando una suerte de superdeportivo de tracción trasera.
El Volkswagen Golf GTI W12 jamás llegaría a los concesionarios y es que esa distaba mucho de ser la intención de Volkswagen. Pero sí fue un prototipo plenamente funcional que, en su día, llegaría incluso a pasar por las manos de Jeremy Clarksson en Top Gear, en el vídeo que os mostramos sobre estas líneas, en el que se deleitaría con una sucesión de derrapes infernal.