Volkswagen ya ha confirmado algunas rectificaciones en sus coches que, para el grueso de sus usuarios, no eran plato de buen gusto. La primera de ellas ha sido la vuelta a los botones físicos para el volante multifunción, y la segunda la renovación del Volkswagen ID.3 para mejorar, entre otras cosas, sus acabados. Ahora bien, los de Wolfsburgo siguen teniendo en casa un problema y, a su vez, la solución: los mandos físicos para la climatización y para el sistema de infoentretenimiento, y la forma de resolverlo existe en Estados Unidos.
O al menos para resolver los problemas que genera la ausencia de mandos físicos para el infoentretenimiento, ya que el sistema de climatización integrado en la pantalla parece ser que preocupa más bien poco no solo a Volkswagen, sino también a muchos otros fabricantes. Sea como fuere, el Golf GTI de octava generación cuenta, en el mercado americano, con una pantalla con mandos físicos.
La solución para uno de los mayores problemas de Volkswagen la tiene el Golf GTI estadounidense
Volkswagen Golf
Se trata, concretamente, de la pantalla que el compacto deportivo -no se comercializa allí el Golf en sus versiones estándar- equipa de serie en el acabado S. Estamos hablando de la variante básica del GTI, estando superada por los SE y Autobahn, y estas a su vez por el Golf R. Pero el punto álgido de este reside, principalmente, en la pantalla de 8,25 pulgadas que equipa.
Estamos hablando de un sistema de infoentretenimiento que no pierde demasiadas funciones respecto a la pantalla de 10 pulgadas, contando con conexión con Apple CarPlay, Android Auto e incluso cámara de marcha atrás, además de que no desentona demasiado en el habitáculo con el cuadro de mandos digital. Pero lo más trascendente lo encontramos en que esta prescinde de la barra táctil para subir el volumen en pro de dos botones físicos.
Estos se ubican a los laterales de la propia pantalla, estando uno pensado para subir y bajar el volumen y otro para seleccionar el dial de la radio. Puede parecer un gesto sencillo o sin importancia, pero cuando la alternativa -o única opción, como sucede en Europa- a este vetusto pero útil sistema es una barra táctil que ni si quiera se ilumina de noche, nos encontramos con que dar un paso atrás muchas veces es dar el paso acertado como ya han demostrado los de Wolfsburgo en dos ocasiones.
Y mientras que la batalla con los controles de la climatización integrada parece perdida, ¿por qué no traen estos dos mandos físicos para la pantalla a Europa? Y es que seguramente se deba al tipo de mercado que hay en el viejo continente, y lo más probable es que las estimaciones de Volkswagen fuesen que nadie iba a decantarse por una pantalla de 8,25 pulgadas con dos mandos giratorios en un GTI, ni tampoco iban a estar dispuestos a aceptarla teniendo en cuenta que, al menos en España, el compacto deportivo tiene un precio de partida de 47.560 euros, mientras que en Estados Unidos parte de unos más razonables 30.530 dólares antes de impuestos.
Y entonces, ¿por qué no incluirla en el Golf estándar? Lo cierto es que en ciertos mercados europeos, como el alemán, el Volkswagen Golf Life trae de serie esta pantalla. Un movimiento que entendemos como lógico al tener en su país natal unas tendencias de mercado diferente y que no exige, como puede ser en España, un equipamiento básico muy completo o con la tecnología más puntera.
Sea como fuere, estamos ante un sistema que, en un uso práctico y real, no prescinde de demasiadas de las funciones que ofrece la pantalla de mayor tamaño. Incluso en esta opción aparentemente más sencilla encontramos ya no solo una forma de operar con esta más rápida y directa, sino que también implica muchas menos distracciones. Pero luce menos, no es tan vistosa y esos dos botones la afean.
