Hubo un tiempo en que los monovolúmenes se las prometían felices. Volkswagen era consciente de ello, y por eso creyó que aprovechar la base de un compacto brillante, como el Volkswagen Golf, para transformarlo en un monovolumen, sería una gran idea. Y efectivamente lo era. Pero los tiempos han cambiado, y con ellos el objetivo de los clientes. Nadie en su sano juicio diría que los SUV son una moda pasajera. De hecho, todas las previsiones apuntan a que sus ventas seguirán creciendo y aumentando su cuota en Europa. ¿Y en qué lugar dejará eso a productos como el Volkswagen Golf Sportsvan? Un mes después de haber probado el Volkswagen T-Roc tenemos ocasión de ofreceros esta prueba del Volkswagen Golf Sportsvan 2018. Y es el momento de resolver muchas dudas que nos acechan.
El Volkswagen Golf Plus llegó en un gran momento. Tanto es así que aquella primera generación del monovolumen derivado del Volkswagen Golf estuvo cerca del millón de unidades, más de la mitad de las cuales se vendieron en Alemania. En sus mejores años, el Volkswagen Golf Plus llegó a vender alrededor de 150.000 unidades.
El relevo generacional supondría algo más que un cambio de nombre, pasándose a llamar Volkswagen Golf Sportsvan. Volkswagen quiso que su monovolumen alcanzase la madurez y, de la mano de algunas pinceladas de diferenciación estética, que fuera algo más que un Volkswagen Golf sobredimensionado.
El problema con el que nos encontramos ahora no es otro que el cambio de tendencia del mercado y, sobre todo, de los gustos del consumidor. Más allá del Sportsvan, Volkswagen dispone de lo que, en muchos sentidos, también puede ser un Golf sobredimensionado, se llama Volkswagen T-Roc, tiene un maletero más amplio que un Golf de cinco puertas y resulta más atractivo para el comprador que el propio Golf, y que el Sportsvan.
¿Aún queda alguna razón por la cual el Sportsvan deba seguir en los concesionarios?
Sí, se llama espacio y modularidad.
Lo mejor del Volkswagen Golf en un monovolumen
La primera razón por la cual defendería la existencia del Volkswagen Golf Sportsvan es que, de verdad, es un Golf transformado en monovolumen. Los fabricantes se han dado cuenta que la atracción que generan los crossover y los SUV es tan fuerte, que se pueden permitir ciertos lujos como recurrir a algunos acabados que a menudo dejan bastante que desear para su precio. En nuestra prueba del Volkswagen T-Roc esa fue una de mis críticas más negativas hacia un producto que, por otra parte, me pareció muy atractivo visualmente, y muy agradable de conducir.
Si con ciertos crossover y ciertos SUV tengo muchas dudas acerca de la idoneidad de pagar algo más por él, que por el compacto más cercano, con el Volkswagen Golf Sportsvan sí que entiendo por qué deberías pagar más por él que por un Volkswagen Golf.
Porque a fin de cuentas es un Golf, más grande, y más espacioso. Un Golf con más ventajas que inconvenientes, aunque su atractivo visual no sea el de productos como el T-Roc.
El Volkswagen Golf Sportsvan presume de espacio, en dimensiones compactas
La segunda razón por la cual el Volkswagen Golf Sportsvan debería seguir teniendo su sitio en los concesionarios es el espacio. Es cierto que productos como el Volkswagen T-Roc nos demuestran cómo los crossover y los SUV pueden ofrecer mucho espacio, en unas dimensiones realmente compactas. Pero a día de hoy es difícil encontrar soluciones más espaciosas que monovolúmenes y familiares derivados de compactos. Y el mejor ejemplo lo tenemos en el Volkswagen Golf Sportsvan.
Con una capacidad de carga máxima de 590 litros, el Sportsvan está muy por encima en este sentido del T-Roc, con 445 litros, del propio Golf, con 380 litros, e incluso en cifras muy próximas a los 605 litros que homologa el familiar, el Golf Variant.
En resumidas cuentas, el Volkswagen Golf Sportsvan es casi tan espacioso como un Golf Variant, siendo unos 24 centímetros más corto que este último. Y eso supone una gran ventaja para aquellos que dispongan de garajes un tanto escasos para un vehículo de más de cuatro metros y medio, como el Variant, teniendo en cuenta que el Sportsvan apenas se lleva unos centímetros con un Golf de 5 puertas.
La modularidad es la clave del Sportsvan
La tercera razón que nos lleva a defender el Volkswagen Golf Sportsvan es la de la modularidad. Si anteriormente hablábamos de capacidades de carga del maletero máximas, no era por otra cosa que por el hecho de que este monovolumen cuente con una banqueta trasera deslizante.
El Volkswagen Golf Sportsvan puede equipar bandejas plegables en los respaldos de los asientos.
Esa banqueta tiene la capacidad de desplazarse longitudinalmente a lo largo de 18 centímetros, en función de nuestras necesidades. De manera que se puede adelantar para maximizar el espacio de carga del maletero, si esa fuera la prioridad, o en las plazas traseras viajasen niños pequeños, y de retrasarse para aumentar el espacio para los pasajeros.
La banqueta trasera cuenta con respaldos con ajuste de inclinación, que pueden plegarse por completo – y por separado en tres piezas – para aumentar la capacidad de carga del maletero, empleando solo las plazas delanteras, hasta los 1520 litros.
El Volkswagen Golf Sportsvan también se actualiza
Siguiendo la estela del Volkswagen Golf, su hermano, el Sportsvan, también se ha actualizado, con una leve revisión estética, mejoras mecánicas y, sobre todo, ampliando su equipamiento. Así las cosas este modelo no perderá la posibilidad de ofrecer en su catálogo el sistema de entretenimiento Discover Pro de 9,2 pulgadas, con pantalla táctil y funciones gestuales. Aunque lamentamos que este modelo no haya introducido la instrumentación digital, el Volkswagen Digital Cockpit, que sí emplea el resto de la gama Volkswagen Golf desde su última actualización.
Tampoco faltará un buen despliegue de tecnologías y ayudas a la conducción, como el sistema Front Assist y Emergency Braking con detección de peatones, capaz de frenar automáticamente para evitar una colisión con otro coche o un atropello. Otro de los elementos que podrá incorporar el Volkswagen Golf Sportsvan es el sistema Traffic Jam Assist, que complementa el control de crucero adaptativo con la capacidad de frenar y reanudar la marcha en atascos automáticamente y mantenerse en su carril a velocidades de hasta 60 km/h.
En cuanto a motores, destacar la llegada del nuevo 1.5 TSI, disponible con 130 CV o 150 CV de potencia. Un motor realmente suave, y cómodo, con bastante empuje a medio régimen y la capacidad de desactivar automáticamente dos de sus cilindros para ofrecer unos consumos más bajos, reduciendo pérdidas por arrastre en situaciones de baja carga. Más adelante os hablaremos más a fondo de ellos.
El Volkswagen Golf Sportsvan, por otro lado, arranca en un precio de tarifa de 22.370€ en su version Edition, con motor 1.0 TSI de 110 CV de potencia. El precio de tarifa del Volkswagen Golf de 5 puertas, con acabado Edition, y motor 1.0 TSI de 110 CV de potencia, es de 20.800€. Insistimos en que hablamos de precios de tarifa. Más adelante os detallaremos mejor sus precios, y promociones y descuentos. Pero sí podemos hacernos una idea de que la diferencia entre un Golf y un Golf Sportsvan estará en al menos los 1.500€.
Las ventas del renovado Volkswagen Golf Sportsvan ya se han iniciado, mientras terminan de venderse algunas unidades restantes del modelo comercializado hasta hace poco, anterior a este lavado de cara.
Más imágenes del Volkswagen Golf Sportsvan: