Por algún motivo los Volkswagen Golf parecen ser coches ideales para potenciaciones extremas. Quizá es que son asequibles en el mercado de segunda mano, con motores de fácil potenciación y muchas piezas de altas prestaciones disponibles. Ya sabemos de qué es capaz un Volkswagen Golf con un motor 2.0 turbo con cerca de 1.300 CV y tracción total permanente -el misil de Boba Motoring hace el 100 a 200 km/h en menos de tres segundos. El Volkswagen Golf que os presentamos hoy tiene dos motores VR6 con una potencia combinada de 1.700 CV. Redefine el significado del adjetivo «meteórico».
No emplea un solo motor, emplea dos unidades VR6 modificadas hasta la médula. Cada una de ellas está sobrealimentada por un enorme turbo Garrett GTX35, soplando a presiones de unos 4,5 bar. Cada motor desarrolla unos 720 CV a las ruedas, para un total de 1.440 CV. Teniendo en cuenta un 20% de pérdidas energéticas a causa de sus dos cajas de cambios, el coche desarrolla una potencia combinada de aproximadamente 1.700 CV, sumando la cifra de potencia al cigüeñal en los dos motores. Sus dos cajas de cambio son secuenciales, preparadas para la tremenda fuerza de sus motores.
Volkswagen Golf
El coche cuenta con una centralita por motor, así como dos cajas de cambio, gestionadas al mismo tiempo con una curiosa palanca doble, que puede ser usada de forma completamente independiente. El coche puede hacer burnouts con cada eje de forma independiente, así como funcionar con un motor, o dos al mismo tiempo. Un detalle curioso: cuenta con cuatro salidas de escape, una en cada aleta del coche. En su habitáculo solo existe un asiento, el resto del espacio está ocupado por un salpicadero de nueva construcción -con dos pantallas TFT como instrumentación- y la jaula antivuelco.
Exteriormente, el coche podría pasar por un Golf tuneado del Wörthersee Festival. Sólo unos neumáticos Hoosier pensados con carreras de aceleración en mente y unos pasos de rueda ensanchados dejan ver que este Golf tiene bastantes secretos. El paracaídas de frenado de su parte trasera también debería darnos pistas. La ausencia de modificaciones aerodinámicas impresiona cuando el coche alcanza una velocidad de 294 km/h en la media milla lanzada. El mejor cuarto de milla de este coche es de apenas 9 segundos, una cifra reservada a coches de enorme potencia y grandes modificaciones mecánicas.
En su último cuarto de milla su caja de cambios trasera dice basta y rompe. Aunque el coche pudo completar el cuarto de milla con el motor delantero, esta rotura pone en perspectiva la complejidad mecánica de esta preparación, y la complicadísima puesta a punto mecánica de estos coches. Por el momento, disfrutad del vídeo que dejamos sobre estas líneas.