Era cuestión de tiempo que llegara, y aún le queda, pero será realidad: habrá nueva versión eléctrica del Volkswagen Golf como tal, un sucesor del e-Golf producido hasta 2020, aparte del equivalente EV que conocemos hoy día como ID.3. Llegará en torno a 2029 o incluso antes y será el primer Volkswagen en estrenar la nueva plataforma Scalable Systems Platform (SSP), una nueva plataforma con la que ya nos acercaríamos en gran medida al concepto de vehículo definido por software. De momento se conoce a este modelo como ID Golf, aunque está por ver cómo se llamará cuando llegue al mercado.
Casi una década de espera entre el Volkswagen e-Golf y este nuevo Golf basado en la plataforma SSP
En ese espacio de tiempo antes de que lanzar el superventas europeo electrificado, Volkswagen quiere amortizar todo lo posible tanto su plataforma MEB (que evolucionará en la MEB+ para 2026) como la PPE, para la que tiene prevista una actualización de software. La MEB es la que utilizan los modelos de la gama ID mientras que la PPE es para vehículos de mayor tamaño como el Audi Q6 e-tron o el Porsche Macan eléctrico.
Volkswagen Golf
Junto al ID Golf – o quizás incluso antes, en 2028 – veremos también el nuevo Audi A4 que se levantará sobre la misma plataforma SSP. Es preciso recordar que los A4 dejarán de ser de combustión dado que los modelos con números pares de la marca de los cuatro aros serán eléctricos, siendo los impares los de combustión tradicional. Es el caso del A5 nuevo que reemplaza tanto al A5 anterior como al A4 con motores tanto gasolina como diésel en su oferta. Esto implica, además, que el primer coche que llegue al mercado basado en la plataforma SSP será Audi, no Volkswagen.
A falta de nombre definitivo, también utilizando esta plataforma SSP llegará el sucesor del ID.4 que conocemos a día de hoy, el mismo que también comparte base con el Ford Explorer y el futuro y para nada polémico Ford Capri. Eso sí, originalmente estaba previsto que llegase para 2028 pero según la nueva estrategia de ahorro de costes del CEO de Volkswagen Oliver Blume, este sucesor del ID.4 no llegaría hasta 2030 (Automotive News Europe).
Del mismo modo, también se retrasa de 2029 a 2031 el crossover eléctrico T-Sport, de igual modo basándose en la plataforma SSP. Todo ello para estirar más el desarrollo de las dos plataformas actuales, que irán mejorando con el paso de los años, al mismo tiempo que se va mejorando el software junto con Xpeng y Rivian tras los problemas de Cariad.
El proyecto Trinity no llegaría hasta 2032
Pero la verdadera joya de la corona que Volkswagen quiere tener para 2032 no es otro que su proyecto Trinity: un eléctrico que tiene como objetivo rivalizar contra Tesla y comerle cuota de mercado a los modelos norteamericanos. Su carta de presentación, además de la plataforma SSP, es el objetivo de ofrecer en las calles europeas conducción autónoma de nivel 4, lo que implicaría que el vehículo se mueva de manera autónoma en cualquier tipo de vías y no sólo en situaciones concretas, como es el caso de nivel 3 – hasta ahora se ha visto sobre todo el nivel 2, donde el coche ayuda al conductor pero este es el responsable de la vía, sin ser realmente autónomo.