El escándalo de las emisiones de los diésel de Volkswagen, uno de los más importantes, y caros, de la historia del automóvil, aún sigue afectando a las operaciones de Volkswagen. Herbert Diess, CEO de Volkswagen, lo reconocía en una entrevista que publica Automotive News estos días y en la cual, reconoce, que intentan pasar página. Además de ir resolviendo todos los problemas que generó aquel escándalo, Volkswagen mira al futuro que, sin duda, es eléctrico. Pero lejos de denostar la tecnología por la que durante tantos años apostaron, Volkswagen sigue invirtiendo en el diésel, y seguirá haciéndolo por muchos años.
Del escándalo a un futuro en el que seguirá habiendo diésel
En junio de este año Volkswagen aceptaba la sanción de 1.000 millones de euros que solicitaba la fiscalía de Braunschweig, en Baja Sajonia, por los beneficios que, ilícitamente, habrían obtenido mediante el fraude y, con su aceptación, reconocía los hechos. A día de hoy Volkswagen sigue cerrando los últimos litigios pendientes y asegura que un 90% de los vehículos afectados habrían sido recomprados, o reparados, para regularizar su situación.
Pero lo interesante, sin duda, es que Volkswagen no se plantea un futuro sin diésel. De hecho, Volkswagen sigue invirtiendo en su nueva generación de motores diésel.
El diésel seguirá siendo protagonista en Volkswagen
Aunque Volkswagen está poniendo toda la carne en el asador, todos sus recursos, en el que según algunos responsables de la marca es «un hito tecnológico solo comparable a la transición entre el Beetle y el Golf», en el coche eléctrico, Volkswagen considera que el diésel sigue siendo necesario.
La primera razón que nos dan es que muchos países aún no disponen de energías renovables, ni quizás la infraestructura, para que el coche eléctrico prospere y, por lo tanto, «haciendo números, el diésel es probablemente la mejor opción para una movilidad con bajas emisiones de CO2«. La segunda razón que aporta Diess, que los diésel siguen siendo una opción más «racional» en algunos casos, sobre todo aquellos que tienen que ver con recorrer muchos kilómetros, y coches de gran tamaño. Probablemente veamos cómo los diésel pierden protagonismo en los coches más pequeños, y más urbanos, mientras resisten en coches más grandes, y de gama alta, a pesar de que entre las marcas del grupo Porsche ya ha decidido abandonar por completo el diésel.
El año que viene Volkswagen lanzará el primer modelo de su gama de eléctricos I.D. Ya se habla de que podrían lanzar un eléctrico con autonomía sobre los 330 kilómetros y un precio por debajo de los 20.000 euros.
Los diésel de Volkswagen no van a regresar a Estados Unidos, pero sí han de jugar un papel fundamental en Europa y otros mercados. Volkswagen trabaja en una nueva generación de motores, dotados con nuevos sistemas anticontaminación y que muy probablemente incorporarán soluciones de micro-hibridación para garantizar un ahorro extra de emisiones de CO2, encajar en las nuevas clasificaciones de emisiones y coches ecológicos que se están imponiendo en Europa y, de alguna forma, lavar la imagen de una tecnología que ha quedado muy dañada ante la opinión pública en los últimos años.