Hoy en día sería difícil entender a Bentley, Bugatti y Lamborghini sin el amparo del Grupo Volkswagen. Es más, diríamos que, sin Volkswagen, es muy probable que algunas de estas marcas no existieran hoy en día, o fueran algo completamente diferente. Volkswagen, como el resto de la industria, afronta un momento crucial, una etapa de transformaciones en el que muchas marcas tendrán que reinventarse, o morir, un cliché que por muy manido que resulte, es perfectamente aplicable al caso que nos ocupa. Estos días, se rumorea que Volkswagen plantea deshacerse de Bentley, Bugatti y Lamborghini. Ahora bien, ¿qué base tienen estos rumores?
El Grupo Volkswagen imagina cómo será en 2030
Más allá del reto, y la ingente inversión que requiere el coche eléctrico, la digitalización, y el coche autónomo, Volkswagen busca alcanzar la máxima eficiencia, e incluso replantearse duplicidades existentes, en lo cual también entran en juego marcas como SEAT y Skoda, que tendrán que cargarse de personalidad para reducir el solapamiento en el mercado.
La publicación Automobile, del Grupo Motor Trend, era la que estos días intentaba darnos más detalles acerca de los planes del Grupo Volkswagen a largo plazo, con el objetivo puesto en 2030. Planes que afectarían, sobre todo, a marcas como Bentley, Bugatti y Lamborghini.
El Bugatti «La Voiture Noire» demuestra que, en el corto plazo, es interesante apostar por proyectos especiales, únicos, por encargo, y con un coste de varios millones de euros. A largo plazo, Bugatti ha de pensar en un segundo modelo, y en tecnologías viables en el nuevo escenario que se dibuja para la industria del automóvil.
El rumor: deshacerse de Bentley, Bugatti y Lamborghini
Según este medio, que dice haber tenido conversaciones con miembros con acceso a información muy sensible y reservada, cada vez son más los responsables del Grupo Volkswagen que asumen un futuro sin marcas como Bentley, Bugatti y Lamborghini.
Gozando de plazos tan holgados, superiores a una década, las posibilidades para estas marcas son muchas. Bentley, podría ser una marca muy atractiva para cualquier fabricante de coches que quiera elevar el listón, el artículo mencionado hablaría incluso de buscar inversores en China. Sea como fuere, el futuro de Lamborghini sí que parece depender de que las conexiones con el resto de las marcas del grupo, sobre todo Audi, y Porsche, se afiancen, y el mejor ejemplo lo tenemos en el Lamborghini Urus. El futuro de Bugatti parece aún más complejo, y con este escenario que se dibuja estaría abocada a la desaparición.
El Bentley Continental GT es el último lanzamiento de esta marca, que muestra visos de rejuvenecimiento y, sobre todo, de sinergias con Porsche.
¿Qué base tienen estos rumores?
Sinceramente, nos cuesta creer que el Grupo Volkswagen vaya a deshacerse de marcas sólidas, con tanto peso e historia, como estas. Aún siendo conscientes de los retos que tiene la industria por delante, es difícil imaginar que el paso adelante que vaya a dar Volkswagen sea deshacerse de marcas como Bentley, Bugatti y Lamborghini. De hecho, todo apunta a que el Grupo Volkswagen y sus marcas estarán más preparados para resistir la revolución que se avecina en la industria que muchos fabricantes, especialmente los más pequeños.
Lo que sí podemos asumir, sin ser adivinos, y sin tener información reservada de las más altas instancias del Grupo Volkswagen, es que Bentley, Bugatti y Lamborghini tendrán que reinventarse para sobrevivir en los próximos lustros.
El Lamborghini Urus es un ejemplo de cómo una marca de superdeportivos puede sobrevivir en el futuro, de los productos que pueden pagar la factura de sus deportivos y de las sinergias que pueden establecerse entre Lamborghini, Audi y Porsche.
Bentley, ha demostrado ser rentable aprovechando las sinergias con las marcas del grupo, a pesar de que arrojara pérdidas antes de impuestos en 2018, por el retraso del lanzamiento del Continental GT. Bentley, de hecho, sería una de las marcas que más fácil lo tendría para aprovechar las tecnologías de Audi y Porsche, que ya están invirtiendo en plataformas para coches eléctricos de gama alta. En el futuro seguirán habiendo demanda de coches de lujo, pero difícilmente se entenderá a una marca como Bentley sin una imagen más joven y moderna – el nuevo Continental GT ha supuesto un gran paso adelante – y sin una oferta sólida de coches eléctricos.
Lamborghini, necesariamente, tendrá que aproximarse más que nunca a Porsche y Audi, emplear sus plataformas y tecnologías. El Lamborghini Urus es el mejor ejemplo de cómo puede vislumbrar la subsistencia un fabricante de superdeportivos, en estos tiempos que corren, y también de los productos que, en última instancia, pagarán la factura, y podrán garantizar la supervivencia, de deportivos como el Huracán y el Aventador.
Menos sencillo parece el futuro de Bugatti. Pero a juzgar por las intenciones que ha mostrado en las últimas semanas su presidente, Stephan Winkelmann, la marca ya parece estar preparándose para ello. Y de hecho, Bugatti no descarta en estos momentos ninguna de las opciones, valorando introducir un segundo modelo, y cualquier tecnología que sea susceptible de ser equipada en un vehículo de altos vuelos, desde la hibridación, hasta emplear mecánicas completamente eléctricas.