En las últimas semanas nos hacíamos eco de dos acontecimientos que prácticamente han coincidido en el tiempo, y que tienen que ver con dos modelos de dimensiones compactas, y tres puertas, de Audi y Volkswagen respectivamente. Tanto la carrocería de tres puertas del Audi A3, como el Volkswagen Scirocco, nos han dejado en las últimas semanas. Todo apunta a que la próxima generación del Audi A3 prescindirá de esta carrocería. Mientras tanto, el Volkswagen Scirocco también se marcha tras una trayectoria más que dilatada y en un momento en que Volkswagen necesita hacer sitio en su gama para nuevos modelos y la idea de un producto de dimensiones compactas, más pasional, y distinguido, lo ocupará necesariamente un vehículo de tipo crossover, el Volkswagen T-Roc. ¿Hay futuro para los tres puertas?
Si contemplamos en los segmentos inmediatamente inferiores, y sin salir del Grupo Volkswagen, también nos encontramos con dos casos no menos llamativos. Ni el SEAT Ibiza, ni el Volkswagen Polo estarán disponibles con carrocería de tres puertas tras su relevo generacional.
La simplificación de la gama de productos, sin ser la única razón de la desaparición de los compactos de tres puertas sí es un agravante más. Una gama más sencilla siempre contribuye a la optimización de costes, industriales, de logística y en el ámbito comercial.
Incluso el SEAT León de tres puertas, que a priori se antojaba como una de las carrocerías más interesantes de la última generación del compacto de SEAT, también podría dejar de comercializarse en el próximo relevo generacional. Luca de Meo, CEO de Seat, no tenía ningún problema en reconocer que esta carrocería ha perdido mucho interés en los últimos años, teniendo un 5 puertas con una gama muy amplia y, sobre todo, un SEAT León ST de carrocería familiar que sin duda ha sido el gran éxito de la tercera generación del León.
Lo sencillo sería culpar a los fabricantes de estar acabando con una carrocería diferente, y especialmente interesante para aquellos que buscaban la practicidad de un coche compacto, con portón trasero, y la deportividad de un coupé, sin renunciar a unas buenas plazas traseras, o un maletero muy accesible.
Pero la evidencia nos dice que no hay más razón para acabar con estos compactos que unas ventas cada vez más pobres y unos clientes que ahora buscan su diferenciación, irónicamente, en el segmento de moda, en los SUV.
Con este panorama tenemos la sensación de que la lista de vehículos de carrocería compacta, y de los segmentos B y C, que abandonarán la carrocería de tres puertas, será cada vez mayor.
¿Cuál será el próximo?