Para que un fabricante ahorre o, mejor dicho, mejore la rentabilidad de un producto, no siempre es necesario reducir los estándares de calidad. Por suerte. Una de las claves de la rentabilidad de Volkswagen es, sin duda, el aprovechamiento de la plataforma MQB. Empleando una arquitectura común, sobre la que se pueden ir combinando diferentes elementos, de chasis, motor, y transmisión, Volkswagen no solo ha conseguido lanzar productos rentables, sino también hacer que la producción de sus fábricas sea mucho más flexible, y estén preparadas para fabricar un amplio espectro de vehículos del grupo. Pero con el nuevo Volkswagen Golf quieren dar un paso más en esa búsqueda de la máxima rentabilidad, que más allá del número de vehículos vendidos, es la gran obsesión de la marca. Volkswagen simplificará gama, motores y opciones en el nuevo Golf, y eso tiene mucho sentido. Ahora bien, ¿qué significa esto?
Simplificando la gama del Volkswagen Golf
Más no siempre significa mejor. Volkswagen es consciente de que ofrecer una gama tan variada, con infinidad de opciones, que van desde mecánicas y transmisiones, hasta acabados interiores y exteriores, y carrocerías, merma la rentabilidad de un producto. Y no solo eso. La entrada en vigor del ciclo WLTP, la necesidad de homologar una amplia variedad de versiones, la falta de sistemas de pruebas en los que realizar el proceso de homologación, y quizás un poco de precipitación, hicieron que Volkswagen tuviera no pocos problemas en los últimos meses.
Volkswagen Golf
Si nos fijamos únicamente en el mercado alemán, en noviembre Volkswagen solo dispondría del 70% de las versiones a la venta, y superados los procesos de homologación, con respecto a las versiones de que disponía antes de la entrada del WLTP, en agosto. En diciembre ya han llegado a disponer del 90% de las versiones a la venta. Y en estos días ya dispondrán, de nuevo, de todas las versiones anteriores a la entrada del WLTP.
Imágenes del Volkswagen Golf GTI TCR, un ejemplo de las múltiples y variopintas versiones que se han ofrecido en esta generación del Golf.
Y aunque a priori una gama variada sea beneficiosa para el cliente, que siempre encontrará el coche que quiere, en función de sus gustos y necesidades, también complica la elección de un vehículo, e incluso puede generar confusión. El Volkswagen Golf no será el único producto que, a partir de la próxima generación, goce de una gama simplificada. Volkswagen espera reducir en un 25% la oferta de combinaciones de motor y transmisiones en 2019. Y aunque aún no haya especificado qué combinaciones serán las que elimine, todo apunta a que la reducción afectará sobre todo a combinaciones con motores diésel, que son los que más cuota han perdido este año. Volkswagen quiere centrarse en las versiones más populares y demandadas por sus clientes.
Volkswagen nos daba un ejemplo de sus ventas en Alemania. De las 84.000 unidades del Volkswagen Golf vendidas en Alemania en 2017, más de 58.000 unidades contaban con una configuración única. De todos ellos solo 400 tenían exactamente la misma configuración.
De ahí que Volkswagen no solo se haya propuesto centrarse en comercializar únicamente las versiones que gozan de mayor demanda entre sus clientes, sino también reducir la variedad de elementos concretos. El nuevo Volkswagen Golf de octava generación, por ejemplo, contará con una gama de llantas reducida en un 40% con respecto al Golf de séptima generación. La oferta de diseños de volantes también se reducirá en un 60%.