Desde que estallara el escándalo de los diésel de Volkswagen en Estados Unidos, se extendiera a Europa, y comprendiéramos que llevaría a una llamada a revisión masiva que plantearía modificaciones técnicas en los coches, las dudas acerca de cómo estas modificaciones afectarían al rendimiento del coche han sido las que más preocupación han generado entre los clientes afectados. Desde que comenzase la campaña de revisión de vehículos afectados, ha habido clientes que se han quejado de diferentes incidencias tras la aplicación de estas modificaciones técnicas, desde el acortamiento de los periodos de regeneración del filtro de partículas, hasta mermas en la potencia, o un aumento de los consumos. Este último aspecto, el del aumento de los consumos en los diésel de Volkswagen tras pasar por la campaña de revisión, es el que ha centrado el estudio de la revista británica Autocar.
En sus pruebas, Autocar habría comprobado que un Volkswagen Touran de 2013 con motor 1.6 TDI (EA189), habría caído de 50,72 mpg a 47,61 mpg. En cifras del Sistema Internacional de Unidades, significaría que su consumo ha pasado de ser de 4,64 litros/100 kilómetros, a 4,94 litros/100 kilómetros. Una merma en los consumos, que se incrementarían en 0,30 litros/100 kilómetros, al menos siguiendo el protocolo de pruebas – según Autocar – repetibles empleado por su estudio.
¿Pero cómo se ha asegurado este estudio de que sus mediciones sean fiables?
Aunque Volkswagen, que habría sido convenientemente informada de los resultados de este estudio, asegure que hay más de 20 parámetros que podrían haber influido en la obtención de estos consumos, más allá de su solución técnica, Autocar alega que sus mediciones son fiables. Lo que no solo contrastaría con la información referente a la solución técnica que ha proporcionado Volkswagen, sino también con la de otros organismos que han certificado que no existe tal incremento en los consumos y la agencia federal alemana del transporte que la ha aprobado (KBA) (ver nota de prensa de Volkswagen).
Para realizar este estudio, habrían contado con las instalaciones del centro de pruebas de Millbrook, en el que se homologan las emisiones y las prestaciones de muchos coches comercializados en Europa. Se habría establecido con rigor un protocolo de pruebas repetible, manteniendo los mismos pesos y la misma resistencia de los rodillos, así como las presiones de los neumáticos, la temperatura del motor, y el trabajo del climatizador. El margen de error en estas pruebas, de nuevo según Autocar, oscilaría entre el 0,5% y el 1%.
Con lo cual, y si el rigor con que se hubieran realizado fuera el que alega la revista británica, su investigación demostraría según ellos que, en efecto, la solución técnica propuesta por Volkswagen para este motor incrementa los consumos del coche, algo que desde que se aprobase la solución había sido descartado por Volkswagen.
Ahora bien, ¿es suficientemente representativo que un coche concreto haya aumentado su consumo en el entorno de los 0,3 litros/100 kilómetros tras la revisión técnica, para asegurar que esta aumenta los consumos de los coches? Probablemente no. El resto de las conclusiones a las que ha llegado la revista británica pueden leerse en el propio artículo de Autocar.