Es oficial, el Volkswagen Jetta nos ha abandonado. Posiblemente no lo habéis echado de menos, puede que incluso os preguntéis cómo nos habíais dado que seguía a la venta. El Volkswagen Jetta ha desaparecido de la web alemana de Volkswagen, y ha sido oficialmente retirado de Reino Unido, uno de los últimos países donde aún se vendía. En España lleva sin venderse desde marzo, y aproximadamente dos tercios de las 63 unidades matriculadas en 2017 corresponden al primer trimestre del año. Lo que en este artículo nos preguntamos es si han sido coches como el Volkswagen T-Roc los responsables de su fin de ciclo.
La respuesta es sí y no, al mismo tiempo. El Volkswagen Jetta era un producto plenamente sumido en el fin de su vida comercial. Era el vehículo menos vendido de la marca a nivel europeo y en parte su veteranía era culpable: llevaba a la venta desde el año 2010. El Volkswagen Jetta fue ligeramente actualizado a nivel de diseño y tecnologías, pero su plataforma ni siquiera es la MQB, es una PQ35, en claro desuso en la mayor parte del Grupo Volkswagen. Pero siendo sinceros, el verdadero problema del Volkswagen Jetta nunca fue su plataforma o su veteranía, fue que era una berlina de cuatro puertas.
Una berlina de cuatro puertas, a caballo entre los segmentos C y D, más cara y grande que un SEAT Toledo pero sin el empaque y las aspiraciones premium de un Volkswagen Passat. No sorprende que la mayor parte de sus clientes fueran flotas de empresa, y no particulares. El segmento de las berlinas tradicionales lleva años en declive. Fue primero canibalizado por los monovolúmenes compactos, y en los últimos años, sus filas han desertado tanto a compactos como a todocaminos. Es mucho más sencillo vender un Volkswagen Golf que un Volkswagen Jetta, aunque el último sea más espacioso y tenga grandes descuentos comerciales.
Este cambio de mentalidad en el mercado ha sido clave en su desaparición. El último clavo en su ataúd lo han puesto los crossover, cuyo ascenso ha sido meteórico en los últimos tres años. Volkswagen fue una de las marcas que más tarde llegó a esta fiebre, pero ha llegado, y ha llegado con un producto que pone toda la carne en el asador: el Volkswagen T-Roc. El T-Roc es un producto atractivo, que ya hemos podido probar – ver en este enlace la prueba del Volkswagen T-Roc – y a pesar de sus fallos, estamos seguros de que se convertirá en un superventas, como ya lo son coches como el Peugeot 3008 o el Nissan Qashqai.
La próxima generación del Volkswagen Jetta será presentada el año que viene, y estará construida sobre la plataforma MQB, con todos los adelantos tecnológicos que ello implica. Pero todo apunta a que ni siquiera será vendida en el mercado europeo, quedando reservada a mercados como el chino o el estadounidense, donde las berlinas compactas son aún segmentos rentables, de ventas abundantes. Para Volkswagen tampoco es lógico disponer de una gama de productos tan amplia y complicada, con productos sin rentabilidad como el Jetta.
Aunque Volkswagen achaca su retirada del mercado a su fin de vida comercial, el conjunto de factores que han enterrado a coches como el Volkswagen Jetta no desaparecerá próximamente – es más, adquirirá aún más relevancia.