El Volkswagen T-Roc es la niña mimada de la gama de Volkswagen. Es un crossover compacto, diseñado para luchar contra los pesos pesados del segmento, como es el caso del Peugeot 2008 o el SEAT Ateca. Es un Volkswagen Golf con carrocería crossover, y es precisamente en el Golf en que se basa, tanto a nivel de plataforma – que es la incombustible MQB modular – como a nivel de tecnologías y motorizaciones. Aunque ya hemos asistido a su presentación estática hace unas semanas, Volkswagen ha aprovechado el IAA de Frankfurt para presentarnos a la versión R-Line de su crossover pródigo.
A nivel estético no hay demasiados cambios con respecto al resto de los Volkswagen T-Roc. No obstante, son cambios sutiles, pero que en conjunto marcan la diferencia. El frontal recibe una nueva calandra, con el emblema de los R-Line y una rejilla de corte más deportivo. La moldura inferior del paragolpes también ha sido rediseñada, con una nueva banda cromada que la atraviesa de lado a lado, integrando en su esquema visual a los antinieblas delanteros. En el perfil lateral, descubrimos unas nuevas llantas de 19 pulgadas de diámetro y unos faldones pintados del color de la carrocería.
Volkswagen T-Roc
En la zaga también hay cambios, especialmente en lo tocante a la parte baja del paragolpes, que abandona el plástico oscuro por unas molduras del color de la carrocería. No cambia el esquema bitono de techo y carrocería, y tampoco se instala un spoiler de mayores dimensiones. Aunque no tenemos imágenes de su interior, el pack R-Line de interior incluye un pedalier de acero inoxidable, un volante forrado en cuero de diseño deportivo, asientos bitono en tela-cuero y un forro de color negro para el techo. En cuanto a motorizaciones, no hay novedades a destacar con respecto a la gama T-Roc.
Entre los motores disponibles tendremos un 1.0 TSI de 115 CV, un 1.5 TSI de 150 CV y un 2.0 TSI de 190 CV, dentro de la gama gasolina. En diésel podremos disfrutar de un 1.6 TDI de 115 XC y dos 2.0 TDI, con 150 CV y 190 CV.