El primer motor W12 de producción del Grupo Volkswagen fue montado en el Audi A8 D2 en el año 2001. Fue la culminación de años de desarrollo y de la saga de prototipos Volkswagen W12 que Ferdinand Piëch ordenó personalmente construir a Giorgetto Guigiaro para presentar al público su joya de la mecánica. El W12 fue uno de los proyectos de la era dorada del Grupo Volkswagen, que bajo el mandato de Ferdinand Piëch vio nacer a coches como el Bugatti Veyron o el Volkswagen Phaeton, además de auténticas rarezas como el Volkswagen Touareg W12. Sí, W12.
De los motores W12 os hemos hablado ya largo y tendido en Diariomotor. Desarrollados a finales de los años noventa, eran la combinación de dos motores VR6, compartiendo un único cigüeñal. El resultado era un motor extremadamente refinado, muy potente, pero suficientemente compacto y ligero. Aunque el Audi A8 fue el coche de producción que lo estrenó, el motor fue especialmente popular como corazón mecánico de los Bentley Continental GT y Flying Spur. A día de hoy, lo siguen montando la gama Continental y el SUV de superlujo Bentley Bentayga.
Volkswagen Touareg
Pero en mi opinión, lo más curioso del W12 es que fue montado en dos vehículos fabricados por Volkswagen. Una marca generalista que durante los primeros compases del siglo XXI fue más premium que nunca, con productos tan vanguardistas y lujosos como el Volkswagen Phaeton o el Volkswagen Touareg. El Phaeton era un Bentley con otro emblema, y tuvo una versión W12… ¡al igual que el Touareg! El Volkswagen Touareg fue desarrollado junto al primer Porsche Cayenne, y solo el de Wolfsburgo tuvo acceso a la joya de la corona: un motor W12 de 6,0 litros.
El posicionamiento del Volkswagen Touareg era abiertamente premium, y como tal, Ferdinand Piëch quiso que tuviera acceso a lo mejor en motores del gigantesco consorcio alemán. Nadie se atrevió a llevarle la contraria, y así, nacía el segundo todoterreno de doce cilindros de la historia – el primero fue el Lamborghini LM002 de finales de los ochenta. Inicialmente se pensó en el Volkswagen Touareg W12 como una edición limitada a 500 unidades, de las cuales unas 330 unidades serían destinadas a Arabia Saudí, y las 200 restantes al mercado europeo.
Al final, un puñado terminaron vendiéndose en China, y se decidió que la producción del Touareg W12 no sería limitada. Se vendió sin límite de unidades en Europa y Oriente Medio, además de otros mercados. Curiosamente, nunca llegó a venderse en Estados Unidos, donde sí se vendió la versión V10 TDI – sí, el mundo al revés. El motor W12 del Touareg desarrollaba 450 CV y 600 Nm de par motor. Pasaba su potencia a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios automática de seis relaciones y convertidor de par. Hacía el 0 a 100 km/h en sólamente 5,9 segundos.
Su velocidad punta estaba autolimitada a 250 km/h y homologaba un consumo medio de combustible de 15,9 l/100 km según el muy poco realista ciclo NEDC. El Volkswagen Touareg W12 se vendió en dos versiones diferenciadas. La primera era una versión Executive, de aspecto idéntico al de otros Volkswagen Touareg, discreta y sensata hasta que arrancábamos el motor. También estuvo disponible en un acabado Sport, que equipaba un kit de carrocería más deportivo y unas llantas de mayores dimensiones, tratando de dar al coche un aspecto algo más dinámico.
Pero en el fondo, el primer Volkswagen Touareg no era un coche dinámico. Sí era un auténtico todoterreno: además de suspensión neumática regulable en altura, contaba de serie con reductora, y opcionalmente podía equipar tanto un bloqueo del diferencial trasero, como del delantero. Equipado con neumáticos off-road era un todoterreno muy serio, aunque muchos lo catalogasen como un simple SUV. Solo el Volkswagen Phaeton W12 lo superaba en precio: en España sus precios arrancaban en la friolera de 108.000 euros – hablamos de hace ya más de 15 años.
De la historia del Volkswagen Touareg W12 nos quedamos con su peculiar posicionamiento y su exótica combinación mecánica, más propios de una marca de lujo que de Volkswagen. El Volkswagen Touareg W12 era la niña mimada de Ferdinand Piëch, y solo bajo su mandato fue posible.