Volvo ha considerado, con mucho acierto, que cuando un coche detecta que el asfalto desliza, por ejemplo por placas de hielo, o por la presencia de algún líquido derramado, no solo debe actuar minimizando riesgos, y activando los correspondientes controles de tracción y estabilidad, sino que también debería avisar a otros coches. De ahí que tu Volvo avise a otros Volvo si el asfalto está deslizante, una tecnología que cada vez estará presente en más coches, y no solo en Volvo, y que irá completándose con otras funciones mucho más avanzadas y prácticas para evitar situaciones de riesgo. ¿Pero cómo funciona este sistema?
Volvo y la tecnología Slippery Road Alert
El sistema Slippery Road Alert, que ya estaba funcionando desde hace tiempo en Suecia y Noruega, se introduce en el resto de Europa. Como decíamos, este sistema se basa en la creación de una base de datos en la nube que recopila información relevante para nosotros, y para otros conductores, anónimamente.
En este caso, la información sería que el asfalto está resbaladizo, y esa información se transmitiría a aquellos coches que circulen por el tramo en el que se ha identificado que el asfalto está deslizante.
Los objetivos principales de esta tecnología son dos. El primero, que el resto de sistemas de seguridad del coche estén preparados para una eventual situación de riesgo, en la que el coche pueda perder tracción. El segundo, y no menos importante, que el conductor extreme la precaución en ese tramo, porque ha recibido el aviso de que el asfalto puede estar resbaladizo.
Es evidente que la efectividad de este tipo de sistemas reside en contar con mucha información, y que esa información sea fiable. Aunque los protocolos actuales, y la tecnología de Volvo, de momento solo permitan que esa información se transmita de Volvo a Volvo, la industria del automóvil ya trabaja para establecer protocolos y bases de datos estandarizadas que permitan, por ejemplo, que un Volvo pueda transmitir esa información a coches de otras marcas y viceversa.
Como os decíamos, esta tecnología ya se había probado en Suecia y Noruega, en las series 90 de Volvo. Ahora estará disponible en todos los coches nuevos vendidos por Volvo, y en toda Europa. Y también se ofrecerá la instalación en aquellos vehículos con Model Year 2016, y posterior, que estén basados en las plataformas modulares CMA y SCA de Volvo.
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