Volvo podría conseguir lo que hasta hace apenas unos años hubiera sido impensable, que una marca china pueda resultar deseable en el mercado europeo. Poco a poco van aclarándose los planes de Volvo, su nueva firma Polestar, y marcas como la china Lynk & CO, de la cual Volvo es propietaria, y proveedor de su tecnología. Ya sabemos que Volvo comenzará a fabricar los coches de Lynk & CO, empezando por el crossover 01, en la fábrica de Ghent, en Bélgica. Y su objetivo será iniciar la comercialización en Europa de este modelo a partir de 2019.
Volvo y la producción de los coches de Lynk & CO
Lynk & CO habría confirmado por lo tanto que Volvo se encargará de producir en Europa su primer modelo, que llegará a los concesionarios en 2019 y que contará con una mecánica híbrida enchufable en su lanzamiento. El Lynk & CO 01 emplea la plataforma del Volvo XC40 y se espera que se produzca en volúmenes suficientes para satisfacer la demanda de este modelo en Europa, y para hacer que el movimiento resulte rentable.
Volvo, que es propietaria de un 30% de Lynk & CO, también espera que la economía de escala, contribuya a amortizar las tecnologías y las plataformas de la marca.
Los planes de Volvo y Lynk & CO
El objetivo de Lynk & CO, que también producirá sus coches en China, pasa por vender alrededor de 500.000 coches anualmente en el año 2021. De esos 500.000 coches, la mitad de las ventas se espera que se cierren en China y el resto se entregarían en Europa y Estados Unidos, con un reparto de 125.000 coches para cada mercado.
Lynk & CO, siguiendo también la estrategia de Volvo, ha propuesto nuevas estrategias comerciales innovadoras en el sector, o al menos nada habituales con la excepción de las seguidas por marcas como Tesla.
Lynk & CO, por ejemplo, propone la venta de coches en internet, facilitar el coche compartido con tecnologías que han sido concebidas para el car sharing, e incluso comercializarán sus coches mediante modelos de suscripción.