Olvida los Unimog de Mercedes, o los Megacruiser de Toyota, los suecos también saben hacer todoterrenos brutalmente capaces y este es uno de ellos. Te presento al Volvo TP21, la tanqueta sueca que puede escalar a 90° y tirar de un continente entero. Vale, quizá me he pasado, pero ahora entenderás las razones de mi exageración.
Al mejor 4×4 de Volvo le llamaban «la cerdita»
Los militares necesitaban algo resistente y que pudiera atravesar lo que sea, cargando lo que hiciera falta. ¿La razón? El período de la Guerra Fría. Suecia se había mostrado neutral al respecto, pero no se fiaba ni un pelo de los rusos. Volvo vino a solucionarles la vida con el TP21, al que apodaron Sugga, que en español significa «la cerdita». ¿Te parece acertado?
Este aparato se derivó de la serie P800 de Volvo. Concretamente, tomaron la carrocería del PV831 y la pusieron sobre un chasis de camión. Le pusieron un motor 6 cilindros y 90cv, tracción integral y a correr. Salieron tan buenos, que sirvieron en activo al ejército sueco durante más de 30 años. Cuando eso terminó, los supervivientes pasaron a manos civiles que, como en este caso, decidieron hacerles algunas modificaciones. Prepárate para alucinar.
Volvo TP21 V8, el todoterreno más aberrante (y amarillo)
En las fotos de la galería puedes ver todos los detalles de un TP21 customizado que se subastó en Mecum Auctions. Si su semblante ya es llamativo, la pintura amarilla lo hace completamente inolvidable hasta el punto de no saber si me gusta, o no. Lo que es 100% seguro, es que este trasto partirá pescuezos allá por donde pase. Ya no por lo llamativo, si no por su sonido.
Sonido que produce un motor Chevrolet V8 de 9.4 litros, 620cv y 880Nm de par. ¿Ves? Te dije que podía tirar de un continente entero (nótese el tono humorístico). La caja manual de 4 velocidades se ha sustituido por una automática de 3, capaz de resistir el endiablado par motor junto a una caja de transferencia Atlas. Solo hay que echar un vistazo por debajo para saber que ha ha sido restaurado y mejorado hasta la médula.
Los paragolpes de metal avisan de que está preparado para todo, como esas enormes y anchas ruedas Toyo de 40″ montadas sobre llantas de 22. ¿Qué me dices de la posición de la matrícula? Peculiar, pero no tanto como las dos latas de gasolina que hay junto ella y que, en realidad, son una pareja de altavoces.
Interior del Sugga y el maletero con sorpresa que, además, sigue siendo espacioso
A lo espartano original del interior, se le ha sumado la pintura amarilla que conjunta con la carrocería, cuero marrón oscuro por todas partes, un aire acondicionado que no existía, dirección asistida que tampoco, relojes ocultos en la guantera y una pantallita en la consola central.
Ah, lo olvidaba, también trae dos televisiones con conexión por satélite y una PlayStation. Una de esas teles divide los dos ambientes de la cabina (delantero y trasero). Queda oculta en un mueble central cuando no se necesita y, claro está, tienen un magnífico sistema de sonido.
La otra tele se encuentra en el maletero. Solo imagina que tras darte una buena ruta por la montaña, puedes sacar tus sillas plegables y ponerte a ver vídeos de Diariomotor. Todo un lujo.