Si hablamos de coches seguros, hay una marca que suele venir al instante a la mente: Volvo.
2 toneladas de protección
En 1972, durante el salón del automóvil de Ginebra, Volvo presentaba un coche de color chillón que llamó bastante la atención por estar lleno de soluciones para la seguridad del vehículo.
El Volvo VESC (Volvo Experimental Safety Car) era un prototipo que adelantaba el diseño del Volvo 240 que saldría a producción en 1974. Un prototipo que equipaba una cámara de visión trasera. Sí, recuerdo que es el año 1972.
Innovaciones en materia de seguridad
Cinturones delanteros automáticos que se tensaban en caso de accidente, airbag para conductor y pasajero, airbag en los respaldos de los asientos delanteros y reposacabezas en las plazas traseras.
El motor se montaba de manera que, en caso de accidente, se deslizase por debajo del habitáculo. La columna de la dirección era telescópica para no alcanzar a los ocupantes en caso de colisión. El depósito iba protegido contra impactos y el suministro se cortaba automáticamente en caso de accidente.
La carrocería era sumamente rígida, reforzada con largueros que daban protección contra golpes laterales y vuelcos. En las pruebas de choque, dejaban caer el coche sobre su techo desde 2,40 metros de altura sin deformarse.
El presente se encuentra en el pasado
La llamativa cámara trasera iba conectada a un monitor de tubo de imagen en el salpicadero, las puertas tenían luces de emergencia al abrirse, el haz de luz de los faros se ajustaba en función de la carga del vehículo a la vez que contaban con lavafaros y el limpiaparabrisas trasero tenía difusor de agua.
No te cuento nada nuevo. Estamos acostumbrados a todo esto, y mejorado, a día de hoy. Tanto los elementos pasivos como activos, los de rendimiento y los de entretenimiento. Todos han tenido que desarrollarse y aparecer en salones del automóvil como este de 1972. Cada evolución con más o menos atención mediática y con más o menos repercusión en la industria.
Pero lo que es seguro, es que todas esas horas de ingenio por parte de los fabricantes han llevado al automóvil a lo que fue recientemente y a lo que es hoy. Así que, desde mi pequeño espacio, me gustaría decir: Gracias.