Dice el refranero que rectificar es de sabios, especialmente si se hace a tiempo. No podría estar más de acuerdo con esta reflexión, que demuestra autocrítica y la capacidad de reconocer errores. Es exactamente lo que Hyundai acaba de reconocer, según el medio coreano JoonAng Daily. El director del centro de diseño de Hyundai en California, Hak Soo Ha, ha reconocido que varios estudios internos han arrojado conclusiones claras: a los consumidores «no les gustan los comandos táctiles integrados en pantallas».
En otras palabras, la integración en pantallas de funciones antes llevadas a cabo por botones físicos ha sido, a la postre, un error. El directivo estadounidense afirma que Hyundai, al igual que muchas otras marcas, se «dejaron llevar» por el atractivo tecnológico de las grandes pantallas. La irrupción de enormes pantallas táctiles en marcas como Tesla fue el desencadenante de una moda de la que podríamos estar comenzando a ver el fin. «Los consumidores se estresan y enfadan cuando quieren activar una función rápidamente y no son capaces de hacerlo».
Alude específicamente al manejo de funciones como el volumen o la climatización, que pueden convertirse en incordios innecesarios. Además de un incordio, me gustaría añadir que también pueden ser fuente de distracciones y accidentes. Este «punto de fricción» en nuestra interacción con los coches es especialmente palpable en funciones básicas, que antes podíamos realizar sin tener que mirar a una pantalla, y con la confirmación háptica – el tacto de un botón – de haberse llevado a cabo adecuadamente.
El equipo de diseño de Hyundai en EE.UU. confirma la «recogida de cable» en cuanto a la integración de mandos táctiles, y esto ya se puede confirmar en la presencia de nuevos mandos físicos en el lavado de cara del Hyundai Ioniq 5 o en la abundancia de botones del nuevo Hyundai Santa Fe. Esto no quiere decir que las pantallas táctiles vayan a desaparecer: seguirán siendo protagonistas en nuestros coches, pero serán un aliado en nuestra interacción con el coche, no una molestia o una distracción.
Este cambio de tendencia, confirmado por Hyundai, también ha sido recientemente noticia en Aston Martin, que ha recuperado multitud de mandos físicos aludiendo al «incordio» y «enfado» que supone el uso de pantallas táctiles a sus clientes. Quiero pensar que esta tendencia no es solo aplicable a EE.UU., y que poco a poco, surgirá una corriente global que nos devolverá a la cordura de los mandos físicos. Igualmente, quiero pensar que el criticismo del periodismo del motor a este tipo de mandos también ha tenido algo que ver al respecto.
Rectificar, es de sabios.
Fotos del Hyundai Santa Fe