Viajar como en una berlina de lujo y poder aventurarse por terrenos escarpados, unido a un motor V10 TDI con par motor infinito para hacer todo ello posible son las pinceladas necesarias para presentar al padre del Volkswagen Touareg: El Volkswagen AAC. ¡Solo mira las fotos de la galería!
El Volkswagen todoterreno que siempre quisimos
Sus siglas son acrónimo de Volkswagen Advanced Activity Concept y fue un estudio de la marca alemana. Un tres en uno que combinaba la practicidad de un pickup, la comodidad de un sedán y la versatilidad de un 4×4.
Volkswagen Touareg
Era, en definitiva, el antecesor del SUV «deportivo» y lujoso que marcaría tendencia en el futuro, aunque sin ser camioneta. Eso nunca ha cuajado del todo. Y sí, hablo en pasado, porque como habrás sospechado, este bello engendro nació hace 24 años. ¿Podríamos decir que es casi un clásico? Quizá no sea lo más apropiado, pero descubramos por qué fue un trasto tan reseñable.
Características Volkswagen AAC
Vayamos al meollo en cuanto prestaciones. Aunque no tenemos todos los datos (cosa que suele ocurrir con los prototipos), sí se supo que su corazón era un V10 diésel biturbo con 318CV a 4000rpm. El par motor eran unos endiablados 750Nm.
La máquina entregaba la potencia a las 4 esquinas mediante un cambio automático de 6 velocidades con modo de cambio manual Triptronic. En cuanto a salidas campestres, disponía de dos bloqueos de diferencial seleccionables electrónicamente y un sistema de diferencial electrónico (EDS) en las 4 ruedas.
La suspensión independiente neumática configurable en 3 posiciones permitía elevar la altura hasta 11cm. Eso la hacía apta para un uso offroad y lo suficientemente confortable para una larga sesión de crucero por autovía.
Diseño e interior Volkswagen AAC pickup
El AAC rompía la línea cuadriculada de los todoterrenos para darle un tinte más deportivo. Lo hacía sacrificando el espacio en pos del diseño, al tiempo que el diseño se enfocaba al lujo y la comodidad. Llaman poderosamente la atención las puestas de apertura inversa con un espectacular acceso a las plazas traseras gracias a la ausencia del pilar B.
La cama contaba con ganchos y una red para asegurar la carga. Quedaba coronada por una barra protectora en la que se integraba la tercera luz de freno. Una solución peculiar, observa el detalle en las fotos. Encontrábamos dos salidas de escape incrustadas en un protector de bajos, pasos de rueda anchos, llantas gigantes y cromadas que dan el cante y, en definitiva, una estética frontal que prácticamente fue calcada para el Touareg que salió a la venta solo 3 años después, aunque sin ser camioneta, claro.
En el interior, una combinación de materiales con tonos cálidos como el cuero y el revestimiento de madera del suelo, hacían contraposición al aluminio del salpicadero. Sus líneas redondeadas escondían una pantalla de 7 pulgadas con inclinómetro incluido, a parte de navegador, indicador de modos de conducción y todo lo que damos por sentado en coches actuales (recuerda que este es del 2000). ¿Qué te parece?