Thunderball es el nombre que ha escogido Wiesmann para regresar a la primera línea a través de un superdeportivo eléctrico. Con 680 CV y toneladas de disfrute, Wiesmann ha dado el salto a la electrificación con un coche que pretende estar en las calles más pronto que tarde, descubriendo hoy las infinitas posibilidades de configuración de las que presume la marca para que cada uno de sus clientes se lleve a casa una pieza realmente única.
A través de 3 diseños realizados por la propia Wiesmann, el constructor alemán nos presenta el potencial del nuevo catálogo desarrollado para el Project Thunderball. A sabiendas de que la exclusividad y la artesanía cotizan cada vez más alto, para este nueva etapa en su historia, Wiesmann ha querido ofrecer a sus clientes la posibilidad de personalizar hasta el más mínimo detalle como bien demuestran las tres unidades que acompañan esta entrada.
Con el objetivo de ser construido de forma artesanal en la mítica factoría con forma de gecko que tiene Wiesmann en la ciudad de Dülmen, Alemania, la firma ya está en proceso de poner en marcha toda su maquinaria para que el Project Thunderball arranque su producción. Aún no se han confirmado fechas, ni siquiera de previsión de entregas, pero todo apunta a que este 2023 deberíamos ver las primeras unidades del Thunderball en las calles.
Bajo una carrocería de fibra de carbono, el Wiesmann Project Thunderball nos descubre una receta muy sugerente como roadster deportivo. Sobre el tren posterior se ha instalado una pareja de motores eléctricos capaz de ofrecer 680 CV de potencia máxima y un par motor de 1.100 Nm, estando alimentados por una batería de iones de litio con 92 kWh. Esta batería permite ser cargada a potencia de hasta 22 kW en corriente alterna y hasta 300 kW en corriente continua gracias al uso de una arquitectura de 800 voltios. Según las estimaciones de la marca, gracias a un peso de 1.700 Kg, se estima una autonomía de 500 Km.
