La subida del impuesto de matriculación con el fin a la moratoria del WLTP que tendrá lugar el 1 de enero provocará que gran parte de los coches más vendidos en España incrementen su precio entre los 700 y 1.000 euros, pero además, también traerá consigo otras graves consecuencias para la economía y el empleo que se cifra en 110.000 matriculaciones menos y la destrucción de 18.000 empleos en el sector de los concesionarios.
La destrucción de empleo en las fábricas no será tan acusada como en los concesionarios
Hace unos días tuvo lugar una reunión entre las principales asociaciones del sector en la que se debatía y exponía cómo se presentaba este futuro año 2021 para el automóvil, y en la que participaron Anfac, Sernauto, Ganvam y Faconauto. El presidente de esta última, Gerardo Pérez, afirmó que el sector de la distribución perderá entre 16.000 y 18.000 puestos de trabajo si no se modifica el impuesto de matriculación. Más positivas son las previsiones de empleo relacionadas con las diferentes fábricas de automóviles en España, que recordemos, somos el segundo país productor de Europa con 2,82 millones de unidades este pasado 2019. Así pues, José Vicente de los Mozos, presidente de Anfac, añadía que la producción depende más del conjunto de Europa que de España, y dado que la mayoría de nuestros vecinos han acomodado sus legislaciones a la entrada en vigor del WLTP, no debería haber «mayor problema». No obstante, la caída de ventas en el mercado español sí que se dejará notar, aunque no de manera tan acusada.
El sector pide un Plan Renove con 1.000 € de ayuda, en lugar de los actuales 400 €
En lo relativo a esa caída de ventas debido a los diversos motivos que harán que comprar un coche nuevo en 2021 sea más caro, se cifra en unas 110.000 unidades aproximadamente, es decir, sobre un 10 %. Para poder paliar ese descenso, el sector del automóvil en pleno pidió al Gobierno que con todo el sobrante del los fondos destinado al Plan Renove, el cual ha sido un fracaso, y que terminará este 31 de diciembre, se dedique a ofrecer una segunda edición pero con una mayor cuantía a la ayuda para comprar un coche con motor de combustión tradicional (etiqueta C): 1.000 euros en lugar de los actuales 400 euros. Así pues, esos mil euros de ayuda directa, más otros mil por parte de los fabricantes, sí supondrían un incentivo interesante y atractivo para los posibles futuros compradores. Con todo ello, la previsión de ventas para el próximo 2021 se cifra en 900.000 unidades, levemente por encima de las que se espera para cerrar el presente 2020, pero muy por debajo de las 1,25 millones del pasado 2019.
Asimismo, De los Mozos también ha aprovechado para criticar a un Gobierno con una doble posición frente al sector del automóvil, pues existen sectores, como el Ministerio de Industria liderado por Reyes Maroto que apuesta por la transición hacia la electrificación, y otros, que directamente parece «que no quieren que haya coches». En este punto, sus palabras suenan muy parecidas a las que hace un mes Mikel Palomera, director general de SEAT España, nos dedicaba en la presentación del León eHybrid, en la cual comentaba la actitud más o menos proactiva del citado Ministerio por encontrar una solución a la subida del WLTP, pero que otros sectores del Ejecutivo no inspiraban nada de confianza a la industria del automóvil en España.
Fuente: EuropaPress