Aunque es extendido el uso de 4 válvulas por cilindro en un motor de combustión interna, hubo un tiempo en el que Yamaha fantaseó con usar 7. Querían conocer el límite y lo lograron tras crear un monstruo de 4 cilindros en V y 28 válvulas que se pretendía montar en sus motos. Acompáñame a conocer esta gran historia del mundo del motor.
Yamaha se vio superada por Honda
Honda introdujo el motor de pistón ovalado y 8 válvulas en 1979 con el objetivo de superar a la ganadora YZ500 de 2 tiempos. Esto forzó a Yamaha a revisar sus prototipos y reconocer la superioridad potencial de la ingeniería poco convencional de Honda.
Esto sumado al riesgo de la inminente prohibición de los motores de 2 tiempos llevó a la marca a estrujarse el cerebro. Buscaron la máxima eficiencia volumétrica llevando a cabo pruebas exhaustivas con diferentes configuraciones de válvulas. Una vez más, la competencia iba a hacer evolucionar a la tecnología.
Evolución y complejidad
Los ingenieros desarrollaron un motor de prueba de un solo cilindro para investigar y evaluar las ventajas y desventajas de soluciones alternativas. A diferencia del enfoque de Honda, Yamaha optó por un cilindro de diámetro circular convencional.
La fase de desarrollo incluyó la experimentación con un cabezal de 5 válvulas con 3 válvulas de admisión y 2 de escape, 2 cabezales diferentes de 6 válvulas con 4 válvulas de admisión que utilizan una bujía simple o doble y el diseño más alucinante: una unidad de 7 válvulas con 4 válvulas de admisión y 3 de escape. (Las imágenes cortesía de The Driver´s Hub son casi hipnóticas).
La investigación analizó todos los aspectos de cada configuración, centrándose en la complejidad, la fricción, las posibilidades de tamaño de las válvulas y el llenado de los cilindros. Con múltiples válvulas, las bujías gemelas se volvieron esenciales para garantizar un encendido uniforme de la mezcla de aire y combustible en todo el cilindro. Sin embargo, los hallazgos revelaron que más allá de las 5 válvulas, los beneficios en términos de flujo de aire eran marginales. La complejidad del tren de válvulas y la fricción resultante superaban cualquier ventaja potencial.
El motor 28 válvulas Yamaha, potencial y caída
El nuevo y revolucionario V4 a 90° de 4 tiempos y 500cc, con 7 válvulas por cilindro estaba en el aire. Su diseño permitía una potencia de 125cv y alcanzar las 20.000rpm. El potencial era palpable, incluso se había planeado producir una serie limitada de 200 unidades equipadas con motores de 28 válvulas a un precio de 2 millones de yenes cada una, pero el motor nunca llegó a buen término.
Por un lado estaban los resultados de las pruebas y por otro, y probablemente más importante, la tecnología de los motores de 2 tiempos dio un empujón dejando obsoletos tanto al Honda de pistón ovalado como al 4 tiempos de 500cc de Yamaha.
Toda la ilusión y esfuerzo puestos en el proyecto no fueron para nada. El proyecto pasó a la historia, pero el extenso desarrollo realizado por Yamaha arrojó resultados significativos. Tanto así, que acabó naciendo la serie de motores Genesis.
Yamaha Genesis y el fruto del desarrollo
El diseño de 5 válvulas pasó con éxito de la etapa de investigación y desarrollo. Así se anunciaba el comienzo de la serie de motores Genesis. Una línea avanzada de motores multiválvulas de 4 tiempos de alto rendimiento. Famosos fueron sus motores de 5 válvulas usado en modelos como el TDM y TRX o la icónica Yamaha R1 desde 1998 hasta 2006.
Este compromiso con el desarrollo de válvulas múltiples probablemente contribuyó a la incursión de Yamaha en la Fórmula 1 a finales de la década de 1980 y se ganó la reputación de producir algunos de los mejores motores de la industria.
Esta destreza se extiende no solo a los motores patentados de Yamaha sino a otros en los que han colaborado como los legendarios 2-JZ, 4AGE, 2ZZ, 2UR y el inefable 1LR V10 del Lexus LFA.