En los años 60, Yenko Chevrolet – un concesionario de Chevrolet afincado en Pensilvania, regentado por Don Yenko – creó un mito de los muscle car. Los Yenko Camaro eran simples Chevrolet Camaro de producción, que recibieron en las propias líneas de producción un motor destinado a coches de competición. Gracias a las COPO (Central Office Production Order), aquellos Camaro recibían un motor L72, un 7.0 V8 de 450 CV de potencia sólo reservado a los Corvette más potentes. ¿Y si el mito resurgiese décadas después?
Yenko Chevrolet desapareció hace años, y sus Yenko Super Camaro – o Yenko/SC, como rezaban sus emblemas – son clásicos muy cotizados hoy en día. Eran máquinas pensadas tanto para el drag racing, como para competiciones de la SCCA en circuito. Specialty Vehicle Engineering (SVE) es una empresa de preparaciones, que hace años adquirió la marca comercial «Yenko Camaro». Usando un nombre con eco clásico y cargado de nostalgia, han lanzado sus Yenko/SC Chevrolet Camaro SS, basados en la sexta generación del pony car de Detroit.
¿Qué novedades hay en estos nuevos Yenko Camaro? En primer lugar, una estética clásica: mantienen el vinilo lateral que identificaba a los antiguos Yenko, con emblemas específicos y llantas American Racing de corte clásico. El vinilado estará disponible en los colores Gloss Black, Flat Black, White, Hugger Orange, Silver y Red and Yellow. Además, hace gala de un nuevo capó con una enorme entrada central para la admisión, y varios detalles adicionales en la carrocería, como un spoiler o taloneras.
Tomando como punto de partida un Chevrolet Camaro SS, SVE ha logrado aportarle una potencia superior a la de un Dodge Challenger SRT Hellcat. Podrían haber partido de un Chevrolet Camaro ZL1, pero han optado por potenciar un modelo con una potencia de partida de 455 CV. Las modificaciones sobre su 6.2 LT1 V8 son profundas. En primer lugar, le han montado los inyectores del LT4 – el bloque del Chevrolet Corvette Z06 – reteniendo los componentes internos del LT1, pero reforzando pistones, cigüeñal y culata.
Si a ello le sumamos un compresor volumétrico, obtenemos una potencia final de 800 CV, con un par máximo demoledor: 1.016 Nm, una cifra superior a la de muchos grandes camiones de reparto. Hablamos de 93 CV más que un Dodge Challenger SRT Hellcat, con un peso muy inferior. Sólo 50 unidades serán producidas por SVE en Nueva Jersey, y a los 40.000 dólares de la preparación hay que añadir el coste de un Chevrolet Camaro SS de producción, que arranca en 37.295 dólares. El coste final del vehículo rondaría entonces los 80.000 dólares.
Fuente: Carscoops
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