Hubo un tiempo en el que, en los salones del automóvil, no sólo se centraba la atención en lanzamientos, ya fueran para el gran público, para nichos o llegaban superdeportivos que creaban época. Rivalizando con estos, llegaban creaciones artesanales, productos de autor que prácticamente ya no existen (o al menos no en el mercado español y no por un módico precio, por ejemplo en Reino Unido donde hay algo más de libertad).
El preparador alemán Zender creó un coche icónico en 1989
Zender se fundó allá por 1969 como HAZ, iniciales de su creador Hans-Albert Zender, fabricando asientos y otras piezas de aftermarket para modelos de Ford y Volkswagen, creciendo bastante en la década de los setenta. Como ocurría a veces con estos fabricantes de aftermarket, el siguiente paso era crear un coche entero, siendo este su Vision 1 de 1983 basado en el Audi Quattro. BMW, Mercedes, Opel, Peugeot, Renault, Porsche o Maserati también tuvieron piezas firmadas por Zender.
Durante la década de los ochenta tenía varias ramas: concesionario de Ferrari, Alfa Romeo y Jaguar, contratos con Suzuki y, aparte, seguía lanzando sus prototipos, los Vision 1S, Vision 2 y Vision 3, mostrados en su cita de casa, el Salón de Frankfurt. Sería aquí, en 1989, cuando mostrarían ante el mundo el prototipo por el que aún hoy, en algunos lares del mundo del motorsport, se les recuerda: el Zender Fact 4 Biturbo.
En posición central, el Zender Fact 4 llevaba un V8 Biturbo 3.6 de origen Audi que generaba 448 CV de potencia y 500 Nm de par, como recuerdan las revista de la época. En teoría, alcanzaba el 0-100 en 4,2 segundos y una velocidad punta de 313 km/h, colocándose junto al Ferrari F40 o al Lamborghini Diablo para colocarse entre los coches más rápidos de la historia en ese momento. Además, tenía un secreto que le hacía ser un peso pluma en comparación con todos ellos.
No era sólo las especificaciones, lo que corriese o lo que se pareciera a un Lamborghini Countach o un Ferrari F40 por lo que pasó a la historia (que también). Lo hizo por ser el primer coche de calle legal (aunque se quedó en prototipo) que utilizaba un chasis de fibra de carbono, una tecnología que no llevaba ni una década utilizándose en la Fórmula 1. La carrocería entera, mitad de corte futurista y mitad inspirada en la IMSA, pesaba tan sólo 55 kg y el conjunto entero unos 1.110 kg.
Aunque era un prototipo legal, ni el Fact 4 ni los otros llegaron a producirse en serie
Dos años después, el Zender Fact 4 tendría también una variante descapotable, el Fact 4 Spider (y sí, tenía faros de Volkswagen Polo), una práctica no tan rara en este tipo de coches de fabricantes pequeños. Se buscó la manera de llevarlo a la producción reduciendo costes, si bien ya se utilizaba Plexiglass en las ventanillas laterales y traseras para mantener el peso, que era en este caso de 1.230 kg (Autoevolution).
Ya en los años noventa, mostrarían al mundo tanto el Progetto Cinque como el Escape 6, además de trabajar con otras marcas. De hecho, tenían un centro de modificaciones en Valencia en el parque industrial de Ford en Almussafes. Con la llegada del nuevo milenio, llegarían también más prototipos como el Thirty Seven o el Straight Aight.
No obstante, el fin de Zender como preparador estaba cerca y, el 1 de septiembre de 2008, Zender cerraba sus puertas – eso sí, manteniéndose el negocio de concesionarios – se mantuvieron creando accesorios en Valencia hasta finales de 2018, cuando echaron el cierre. Hoy día siguen siendo recordados entre los fans de la preparación y personalización de coches, pero sobre todo por crear el que fue el primer coche legal para circular por carretera con chasis de fibra de carbono.