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La opinión de
Firma de David Villarreal

Acabemos con los coches chinos en Europa, hagámoslo ya

Vista de puerto abarrotado con contenedores, posible entrada de vehículos al mercado europeo

La Comisión Europea acaba de anunciar que los coches eléctricos fabricados en China recibirán un nuevo arancel de entre el 21% y el 38,1% a partir del 4 de julio.

Acabemos con los coches chinos en Europa. Hagámoslo ya. Europa – la Unión Europea – es soberana para decidir qué gravámenes se aplican a los bienes y servicios que se suministran y se prestan en su territorio, por mucho que esta intervención contravenga los principios del libre mercado que rigen entre los socios comunitarios, pero también por los acuerdos y tratados comerciales bilaterales firmados con otros socios internacionales, en este caso China. La Unión Europea es soberana para aplicar un arancel adicional del 21%, del 38,1%, o que haga valer su posición con mayor autoridad y llegue al 100% anunciado por la administración Biden.

Hagámoslo. Asumiendo que este tipo de movimientos suelen ser respondidos en reciprocidad y que la respuesta china no solo podría comprometer los intereses de la industria europea en China, sino también tocar sectores económicos españoles especialmente sensibles a cualquier alteración en las relaciones sinoeuropeas, como la agricultura, la ganadería, o la aviación.

Hagámoslo. Aún siendo conscientes de que ello no va a propiciar que la industria del automóvil en Europa mejore su competitividad internacional, o avance tecnológicamente para hacer frente a China, que ha tomado la delantera ya no solo en la producción de coches eléctricos a precios competitivos, sino también en las tecnologías que se requieren y acaparando suministros y materias primas, de las que también dependen los eléctricos fabricados en Europa.

Hagámoslo. Sabiendo que la industria del automóvil difícilmente va a poder ocupar el espacio que está acaparando el coche chino, en lo que respecta a coches de combustión de precio razonable, pero sobre todo a coches eléctricos avanzados tecnológicamente y a precios inferiores a los de sus alternativas occidentales, en prácticamente todas las categorías y rangos de precios.

Hagámoslo. Recordando que gravando a los coches chinos se pondrán palos en las ruedas de los muchos proyectos de coches eléctricos de fabricantes europeos que han optado por producir sus coches en China, y que ahora se verán comprometidos, de marcas como Dacia, Volvo, Smart, MINI, BMW, o CUPRA.

Hagámoslo. A pesar de las muchas voces, en principio muy alejadas de propiciar cualquier beneficio a las marcas chinas, que ya se están pronunciando en contra, y que van desde los liderazgos del Grupo Volkswagen y Stellantis, hasta el propio canciller alemán Olaf Scholz.

Hagámoslo. A pesar de que los que ahora abogan por esta solución «sencilla» son los mismos que nos han llevado a ella.

Hagámoslo. Aún sabiendo que, de todos los damnificados posibles por esta situación, solo tenemos la seguridad de que en todos los casos habrá un perjudicado, y ese no será otro que el cliente, el conductor.

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