Al hablar de vehículos con tracción a las cuatro ruedas o de vehículos con tracción total parece que siempre estamos hablando de lo mismo. Y hasta usamos términos como AWD, 4WD o 4×4 indistintamente. Todo a ello a pesar de que son tres sistemas bien diferenciados. Por ejemplo, ¿sabes por qué se caracteriza el sistema 4WD y qué diferencia tiene con el 4×4?
Advertencia: cada fabricante puede llamarlo como quiere
Antes de hablar en profundidad de lo que es 4WD, lo primero que hay que aclarar es que a la hora de expresar el tipo de tracción con el que cuenta un vehículo cada fabricante hace lo que quiere. Hay quienes consideran que 4×4 es lo mismo que 4WD y usan los dos términos indistintamente, e incluso esto puede ser lo estándar cuando no hablamos en detalle de comparaciones de modelos específicos. Otros establecen muy bien las diferencias porque se caracterizan precisamente por tener coches que destacan en un ámbito concreto.
Hasta algunos fabricantes utilizando estos términos cuando su vehículo en realidad cuenta con algo similar, o con alguna función que podría ofrecer algo parecido a lo que ofrece un coche con tracción 4×4. Así, no vale con fiarse únicamente de los textos promocionales, habrá que investigar un poco más a fondo para conocer el tipo de tracción de cada modelo en concreto.
Qué significa 4WD
Las siglas «4WD» se refieren a «Four-Wheel Drive» en inglés, que traducido al español significa «tracción en las cuatro ruedas». Este sistema de tracción se utiliza comúnmente en vehículos, especialmente en automóviles todoterreno y camionetas.
La mayoría de los sistemas 4WD cuentan con un diferencial central que distribuye la potencia entre las ruedas delanteras y traseras. Las cuatro ruedas reciben potencia de manera continua mientras el vehículo está en movimiento.
Este sistema es ideal para condiciones fuera de carretera o terrenos resbaladizos, ya que todas las ruedas están activas en todo momento.
Un coche 4WD no siempre lleva tracción a las cuatro ruedas
Los sistemas 4WD ofrecen flexibilidad al conductor al proporcionar tracción en todas las ruedas cuando es necesario. La capacidad de activar o desactivar el sistema permite adaptarse a diferentes condiciones de conducción y maximizar la eficiencia del combustible en situaciones normales. Es el conductor el que decide si opta o no por utilizar el sistema 4WD.
Al circular en carretera o en terrenos donde no se necesita una gran adherencia porque las condiciones no son malas, se puede utilizar la tracción a solo dos ruedas.
No obstante, en los momentos en que se hace necesario ganar tracción, bien por condiciones climatológicas adversas o bien porque el terreno es resbaladizo o está embarrado, el sistema 4WD tratará de enviar toda la potencia necesaria a las ruedas para que estas traccionen todo lo posible.
¿En qué se diferencia un 4WD de un 4×4?
Mientras que los vehículos 4WD son una buena opción para atravesar caminos difíciles o en situaciones en las que el coche puede perder tracción como en carreteras nevadas o resbaladizas, en zonas embarradas, o con mucha lluvia, los 4×4 ganan especial relevancia cuando la cosa se complica más. En aquellos momentos en los que no existe camino, o donde este casi ha desaparecido, los 4×4 se convierten en la única opción.
La clave de los 4×4 es que nos permiten seleccionar el eje al que queremos enviar la potencia, de manera que podremos superar obstáculos. Además, cuentan con una caja reductora que nos permite multiplicar la fuerza de torque se envía a las ruedas, de manera que podamos pasar por encima de una roca, o tirar de otro vehículo, a baja velocidad, pero con mucha fuerza.
Los 4WD no llegan tan allá. Su virtud está en ofrecer un rendimiento parecido al de un vehículo convencional en carretera, sobre todo a nivel de eficiencia, a la vez que ofrece todo lo necesario para poder circular por terrenos no asfaltados sin ningún problema.
No comparar los 4WD antiguos de los nuevos
Hay que tener en cuenta que aunque la definición de los vehículos 4WD es correcta, es cierto que con el paso del tiempo en los coches se han ido integrando cada vez más funciones avanzadas. Hoy en día se cuenta con muchos sistemas de sensores y diferentes tipos de control de tracción, así como con las centralitas electrónicas que son capaces de gestionar todos los datos al instante para aplicar correcciones a la potencia enviada a las ruedas.
De esta forma, es posible que muchos vehículos 4WD puedan ofrecer pequeñas capacidades similares a los 4×4 en determinados casos, o similares a los AWD en otros casos. No obstante, en esencia la diferencia entre esos tres tipos de sistema de gestión de tracción sigue siendo la misma, y cada uno destaca especialmente en un campo en concreto.
¿Para qué es ideal un coche 4WD?
Un coche 4WD es ideal cuando el coche se utilizará para recorrer caminos de tierra de forma frecuente, con elevaciones moderadas, o cuando se va a utilizar en terrenos que no cuentan con asfalto limpio, como en zonas de nieve o que se embarran con facilidad.
Eso sí, no están pensados para atravesar terrenos campo a través ni superar obstáculos difíciles, siendo esto una tarea para los 4×4. Ni tampoco ofrecen la tracción óptima en carretera a altas velocidades que sí ofrecen los AWD.
