Cuando se acerca la época del año en el que tenemos que pasar la ITV a muchas personas les da un poco de reparo, sobre todo si tienen un coche que tiene ya bastantes años, porque es probable que el coche no la pase y o bien lo tengan que reparar o ya no les merezca la pena y directamente se deshagan de él. Independientemente de esto y de lo mucho que lleguemos a odiar pasar la ITV, es necesario hacerlo. ¿Por qué? Aquí te explicamos todo lo que debes saber sobre la ITV.
¿Qué es la ITV?
Antes de explicar por qué hay que pasarla, debemos comprender bien lo que es la ITV. Las siglas ITV vienen de «Inspección Técnica de Vehículos». Esta inspección se asegura de que los vehículos que circulan tengan los mínimos de seguridad exigidos. La ITV está regulada por el Real Decreto, y sigue el «Manual de Procedimiento de Inspección de las Estaciones ITV», que dice cómo debe inspeccionarse los vehículos y que elementos es necesario inspeccionar.
Mediante la ITV se pueden reducir los accidentes de tráfico que se producen por fallas técnicas del vehículo. También sirve para reducir la contaminación del medio ambiente por las emisiones de gases.
¿Cada cuánto es necesario pasar la ITV?
La frecuencia con la que se debe pasar la ITV de un vehículo dependerá de cuál tengas y de su antigüedad. Viene establecido en el Real Decreto 920/2017.
Si has comprado un coche nuevo, deberás pasar la ITV en el cuarto año de antigüedad desde su matriculación. A partir de este momento, es necesario pasarla cada 2 años. Cuando lleguen a los 10 años de antigüedad, la ITV la deberán pasar cada año.
En el caso de los ciclomotores no deben pasar su primera ITV hasta el tercer año. Después deberán pasarla cada dos años. Si es una motocicleta, vehículo de tres ruedas, cuatriciclo o quad, puede pasar su primera ITV a partir del cuarto año de antigüedad y después cada dos años.
Si hablamos de vehículo ligeros como furgonetas y camiones de hasta 3.500 kg, la primera ITV la pasarán a los dos años de antigüedad. Después la pasarán cada dos años hasta los 6 años de antigüedad. De los seis hasta los 10 años de antigüedad la pasarán anualmente y a partir de los 10 años, la pasarán cada seis meses.
Los vehículos pesados de más de 3.500 kg deben pasarla anualmente y a los 10 años de antigüedad a los 6 meses.
¿Qué se comprueba en la ITV?
Cuando pasamos la ITV, los técnicos inspeccionan:
- La identificación del vehículo: Comprueban si el modelo, la marca, el número de bastidor y la matrícula coinciden con la documentación del coche.
- Carrocería chasis y exterior: Es importante que no haya elementos oxidados o corroídos que afecten a los sistemas de seguridad. Los cristales tienen que estar homologados y sin roturas que impidan ver bien. Tiene que llevar los retrovisores en buen estado y los limpiaparabrisas y las puertas deben funcionar perfectamente.
- Interior: se comprobará que los asientos estén bien anclados y que los cinturones funcionen bien. Se revisan los sistemas de retención infantil. También se comprueba el antihielo, antivaho, antirrobo y velocímetro.
- Alumbrado y señalización: Se comprueba la orientación de las luces de cruce y carretera y que lleve el número reglamentario de luces.
- Emisiones: se verifica que las emisiones sean inferiores a los establecidos teniendo en cuenta cuando se fabricó y el combustible que utiliza.
- Frenos: se revisa que los frenos funcionen correctamente y que las ruedas del mismo eje frenen si desequilibrio entre ellas.
- Dirección: se inspecciona el volante, la columna, la caja de dirección y todo el mecanismo de dirección del coche.
- Ejes, ruedas, neumáticos y suspensión: hay que comprobar el estado de los ejes de las ruedas y de las ruedas sí. Es importante mirar también la suspensión, fijaciones, daños, fugas o protecciones.
- Motor y transmisión: el técnico inspecciona el estado del motor, mirando si pierde aceite. Mira el estado de la batería, el depósito del combustible, si hay fugas…
Resultados de la ITV
El resultado de la ITV puede ser:
- Favorable: todo está en perfectas condiciones.
- Favorable con defectos leves: en este caso se deben arreglar cuanto antes, pero no es necesario volver a pasar la ITV.
- Desfavorable: esto significa que el coche tiene defectos graves, que se deben arreglar en dos meses y volver a pasar la ITV.
- Negativa: En este caso los defectos son muy graves. No puedes abandonar la ITV circulando, deberá llevar el coche una grúa y si no se arreglan los defectos no puedes circular ni volver a pasar la ITV.
¿Qué documentación es necesaria para pasar la ITV?
Para pasar la ITV no solo tenemos que llevar el coche y ya está, obviamente, es necesario llevar con nosotros la documentación pertinente.
Tenemos que llevar el recibo del seguro del coche en vigor, la tarjeta de Inspección Técnica de Vehículo (Tarjeta de ITV), y el permiso de circulación.
¿Me pueden poner una multa por no pasar la ITV?
Si no pasamos la ITV cuando debemos y la llevamos caducada nos pueden poner una multa de 200 euros.
Pero no solo eso, si hemos ido a pasar la ITV, nos ha salido desfavorable y seguimos circulando sin arreglarlos cuando debemos, nos podrán poner una multa de 200 euros.
En el caso de que la ITV haya salido negativa y circulamos sabiendo que no nos permiten mover el coche hasta que hayamos arreglado los fallos muy graves, la multa ascenderá a 500 euros.
¿Cuánto hay que pagar para pasar la ITV?
Los precios de la ITV dependen de la comunidad autónoma y de cada centro de ITV. Normalmente los precios oscilan entre los 20 euros y los 50.
Si el coche no ha pasado la ITV porque el resultado ha sido desfavorable, la segunda vez que lo llevamos no es necesario volver a pagar si se hace en los primeros 15 días desde la visita. Si no, la revisión nos puede constar entre 15 y 20 euros.
El caso es que cueste lo que nos cueste, es necesario pasar la ITV, no solo por evitarnos una multa. El pasar la ITV nos asegura que el coche cumple al menos con algunas buenas condiciones para circular, lo cual nos evita accidentes y peligros tanto a nosotros como a los demás ocupantes de la vía.