Está claro que los neumáticos del coche tienen que estar en buen estado, ya que si no podemos tener muchos problemas y el riesgo de sufrir un accidente aumenta. Si los neumáticos no están bien, por ejemplo si tienen menos presión de la necesaria o están desgastados, puede que en ciertas ocasiones perdamos el control del coche. Una de esas ocasiones es cuando hacemos aquaplaning, un fenómeno con el que tenemos que tener cuidado porque es una de las situaciones más peligrosas por las que podemos pasar.
¿Qué es el aquaplaning?
El aquaplaning es un fenómeno que se produce cuando las ruedas pierden el contacto con la superficie de la vía porque está cubierta de agua. Esto hace que perdamos el control y la tracción del coche, es muy difícil dirigirlo por lo que podría acabar en un accidente grave.
Los neumáticos del coche cuentan con un dibujo que permite evacuar el agua. Cuando hay más agua de la que las ruedas pueden evacuar se produce el aquaplaning. El agua hace que el neumático se eleve y se pierda el contacto con el asfalto.
¿Por qué se produce el aquaplaning?
Hay varias causas por las que se puede producir el aquaplaning, una de ellas las comentábamos al principio, el estado de los neumáticos. Si están desgastados, el dibujo no será lo suficientemente profundo y no evacuará el agua como debe. Además, los neumáticos deben estar homologados y tener la presión necesaria.
Si ha llovido y vamos a mucha velocidad, tenemos muchas más probabilidades de hacer aquaplaning.
El estado de la vía también es importante. Si tiene demasiado surcos, seguramente se llenarán de agua y si el drenaje del asfalto no está bien, se generarán balsas de agua.
Y obviamente, algo que influye mucho en el aquaplaning, es la intensidad de la lluvia. Si llueve mucho, el asfalto tendrá más dificultad para drenarse, por lo que inevitablemente se crearán balsas de agua.
¿Como podemos prevenir el aquaplaning?
Si quieres evitar este fenómeno, lo mejor que puedes hacer cuando empiece a llover es reducir la velocidad. Esto nos permitirá ir más seguros al volante y tendremos más tiempo de reacción si sucede algún imprevisto.
Claro está, también es importante que comprobemos que los neumáticos del coche estén en buenas condiciones y con la presión correcta.
¿Y si aun así sufro aquaplaning?
Puede que aunque seamos precavidos, suframos aquaplaning. En ese caso lo que debemos hacer es reducir poco a poco la velocidad, no levantar bruscamente el pie del acelerador, mantener las ruedas rectas y no pisar el embrague ni girar el volante.
Si soltamos el acelerador de golpe puede hacer que perdamos más el control del coche y subviremos o sobreviremos. Si giramos el volante y no mantenemos las ruedas rectas, cuando salgamos del charco volverán a tener tracción y sufriremos un accidente. Y si frenamos, haremos que el coche se desestabilice. Con lo cual debemos seguir todos los consejos anteriores para que podamos controlar el coche lo mejor posible.
Como vemos, el aquaplaning es un fenómeno muy peligroso. Por eso cuando llueva, debemos tener toda la precaución posible para que no tengamos ningún accidente.
