El mundo de los coches se encuentra en una metamorfosis sin precedentes. No se trata solo de un sistema de motorización radicalmente diferente a los motores de combustión, sino que también los coches son cada vez más inteligentes. Uno de los pilares fundamentales que sostiene esta revolución es el autodiagnóstico, un ingenioso sistema que confiere a nuestros automóviles la capacidad de analizar y comprender su propio estado de salud, así como realizar una especie de revisión al coche en cualquier momento.
¿Qué es el autodiagnóstico?
El autodiagnóstico en coches se puede definir como el conjunto de tecnologías y sistemas que permiten al automóvil analizar y evaluar su propio rendimiento y estado. En sus inicios, este concepto se centraba principalmente en la detección de problemas mecánicos evidentes, como fallas en el motor o en el sistema de frenado, y se evidenciaba en forma de una luz testigo que se iluminaba junto al velocímetro del coche.
No obstante, los coches de nueva generación están equipados con una red intrincada de sensores y módulos electrónicos. Estos dispositivos están estratégicamente distribuidos por todo el automóvil, desde el motor hasta los sistemas de seguridad y confort. Su función principal es recopilar datos en tiempo real sobre el rendimiento y las condiciones del vehículo.
Cuando se detecta una anomalía, estos sensores envían señales a una unidad central de procesamiento, comúnmente conocida como la Unidad de Control del Motor (ECU, por sus siglas en inglés). Esta ECU, dotada de algoritmos avanzados, interpreta la información recibida y, en muchos casos, es capaz de tomar medidas correctivas o, al menos, alertar al conductor sobre la necesidad de intervención. Además, también el propio fabricante del vehículo puede estar al tanto del estado del coche para alertar al propio conductor de que debe acudir al taller o de que debe atender un determinado mantenimiento.
Las nuevas tecnologías en autodiagnóstico
Las tecnologías emergentes en autodiagnóstico están transformando radicalmente la manera en que los vehículos no solo identifican problemas, sino también anticipan y previenen posibles complicaciones.
- Machine Learning e Inteligencia Artificial: dos términos que ahora parecen estar en todos sitios también están presentes en el mundo de los coches. En esencia el machine learning y la inteligencia artificial se basa en reunir una gran cantidad de casos diferentes para encontrar patrones y predecir una situación o un comportamiento. Por ejemplo, si múltiples unidades de un modelo en concreto de vehículo han manifestado cambios de presión en una rueda unos meses antes de que se produjera una avería en la suspensión, cuando otra unidad comienza a manifestar esos cambios de presión, se puede anticipar una posible avería y evitarla antes de que se produzca. Esto es un ejemplo muy simple, pero sirve para entender cómo el machine learning y la inteligencia artificial tienen su aplicación en el autodiagnóstico de vehículos.
- Conectividad avanzada: Los vehículos modernos, gracias a la conectividad avanzada, pueden compartir datos en tiempo real con centros de servicio y fabricantes. Esto significa que, en lugar de depender exclusivamente de la observación interna, el vehículo puede recibir actualizaciones y recomendaciones basadas en el análisis remoto de expertos. Imaginemos un escenario en el que un vehículo detecta una anomalía sutil. Mediante la conectividad avanzada, este vehículo puede enviar automáticamente datos relevantes a un centro de servicio, donde ingenieros especializados pueden diagnosticar de manera remota el problema y proporcionar orientación precisa al propietario o, incluso, programar una intervención antes de que la situación se agrave.
Las ventajas del autodiagnóstico para los usuarios
Son muchas las ventajas que el autodiagnóstico puede tener en el mundo de los coches. La primera de ellas tiene que ver con una mayor fiabilidad. Al estar más al tanto del estado del coche en todo momento, es más fácil confiar en que problemas graves como un problema inesperado con los frenos o un reventón debido a un problema de presión en el neumático no van a poner en riesgo la vida de los ocupantes del vehículo.
Por otro lado, el autodiagnóstico no solo salva vidas, sino también bolsillos. Al identificar y abordar problemas en sus etapas iniciales, los propietarios pueden evitar costosas reparaciones mayores. El caso de Tesla es relevante, pues que ellos afirman que por medio del autodiagnóstico es posible evitar las revisiones y pasos por taller oficial durante los primeros años de vida del vehículo. La realidad es que luego en las cifras de revisión ITV anuales esto podría tener sus consecuencia. Pero también es el coste de implementar sistemas novedosos que suponen un cambio en lo establecido. Es incluso posible que del autodiagnóstico llegue la autorreparación. Ciertas averías y defectos pueden solventarse por medio de una actualización de software, que se instala de forma inalámbrica, denominada comúnmente como OTA.
Y no podemos olvidar que la capacidad del autodiagnóstico también da al usuario un mayor conocimiento sobre el estado de su vehículo. La existencia de los lectores OBD2 ya permitía esto comprando un dispositivo adicional, pero el poder tener acceso a una mayor cantidad de datos relativos al vehículo e incluso a disposición del usuario en su propio móvil, es un paso adelante respecto a lo que teníamos hasta ahora.
