Algo que destaca de los coches ICE que no tienen los coches eléctricos es el sonido del motor. Los coches eléctricos son mucho más silenciosos, eso de arrancar o de acelerar y que se oiga el motor no es algo que en un principio fuesen a tener los coches eléctricos.
Sin embargo, hace unos años eso cambió, los coches eléctricos tenían que tener sonido. Aquí es donde entra en juego AVAS, un sistema de sonido que se ha convertido en obligatorio para los coches eléctricos. A continuación te contamos qué es, cuáles son sus características y por qué es importante.
¿Qué es AVAS?
Las siglas AVAS vienen del inglés Acoustic Vehícle Alerting System, que traducido es Sistema de Alerta Acústica de Vehículos. Es un sistema que llevan los coches eléctricos en la parte delantera, detrás de la parrilla que genera sonido.
Este dispositivo se hizo obligatorio para los coches eléctricos y los híbridos. A partir de julio de 2019 los coches eléctricos e híbridos de nueva homologación debía incluir este sistema. Se estableció una moratoria de dos años y al final, este reglamento entró en vigor a partir de julio de 2021 para cualquier coche vendido en la Unión Europea, según nos cuenta RACE.
¿Por qué es importante este sistema?
Este sistema es obligatorio porque sin él, los coches eléctricos no se oyen, y esto es un problema.
Tenemos que tener en cuenta que tanto peatones como ciclistas o personas que van en patinete, no solo usan la vista mientras transitan por las vías, también utilizan el oído.
Mientras que un ciclista es consciente de que hay un coche de combustión interna detrás de él o que se le va a cruzar por delante por que lo escucha, con un coche eléctrico no pasa. El sonido hace que un ciclista o un peatón puede reaccionar más rápido y evitar un atropello.
Es más, este sistema es muy importante para las personas con discapacidad visual, pues se guían por el oído. Con este sistema pueden identificar fácilmente un coche eléctrico. Así si tiene que cruzar por un paso de patones, podrá escuchar si llega un coche eléctrico y si se para o no, de esta manera se evitarán muchos accidentes.
Características que debe cumplir el sistema AVAS
Claro, este sistema debe cumplir una serie de características para ser seguro.
Por ejemplo, el volumen del sonido que haga debe estar entre los 56 decibelios, que es el volumen de una conversación normal, y 75 decibelios, el nivel de un motor de combustión interna. De esta manera se escuchará bien sin llegar a generar contaminación acústica. Además, si el coche acelera se escuchará más fuerte que si desacelera.
Otra cosa que deben tener los coches eléctricos es un sonido que indique que está dando marcha atrás. Este sonido será diferente, se asemejará a un silbido.
Además, el sonido se producirá desde que el vehículo esté parado, es decir, desde que arranca, hasta que alcanza los 20 kilómetros por hora. Cuando llegue a esta velocidad, el AVAS se desconecta, pues se considera que el sonido de la banda de rozadura de los coches es suficiente.
AVAS, otra estrategia comercial
Al AVAS hay que añadirle el hecho de que los fabricantes pueden ponerle cualquier sonido creado por ellos siempre que tengan las características anteriormente explicadas.
Los fabricantes de coches están tomándose muy en serio esto, y todos están intentando buscar un sonido característico para su coche, que haga que al escucharlo identifiques rápidamente de qué coche se trata.
Para ello, muchas marcas están contratando compositores muy importantes para que les consigan un sonido único. Por ejemplo, BMW ha contratado a Hans Zimmer para componer el sonido de sus coches eléctricos. Si no te suena, es el compositor de las bandas sonoras de Interstellar o Gladiator. Muchas de sus composiciones tienen premios Óscar, Globos de Oro o Grammys.
Marcas como Hyundai buscan sonidos que llamen la atención, en este caso han tratado de hacer que su IONIQ electric suene como una nave espacial.
Como vemos, AVAS, un sistema necesario para evitar accidentes, se ha convertido en una estrategia de marketing. Y es que, lo creamos o no, el sonido que haga un coche puede influir mucho en comprar uno u otro. El sonido más «chulo» por decirlo de alguna forma, puede conseguir que más personas se hagan con un coche.