Estamos yendo poco a poco a una electrificación de nuestras vidas completa, eliminando los combustibles fósiles y empezando a depender mucho más de las energías renovables. Pero para poder integrar las energías renovables del todo en nuestra vida es importante contar con dispositivos que nos permitan almacenar la energía que se genera y que no consumimos en el momento.
Las baterías son esos dispositivos claves en la transición a la vida eléctrica, pero nos encontramos con inconvenientes como pueden ser el precio de los materiales que se utilizan o que pierdan su capacidad al cabo de unos días. Es así como nacen las baterías de hierro-aire. Aquí te explicamos qué son y cómo funcionan.
¿Qué son las baterías de hierro-aire?
Las baterías de hierro-aire utilizan hierro, el oxígeno del aire y agua para almacenar energía. La energía que extraen proviene de la oxidación del hierro, es decir, de la reacción del hierro con el oxígeno.
Hay que aclarar que estas baterías no son tan nuevas como creemos, pues en los años 70 ya se empezaron a hablar de ellas. Sin embargo, esta idea no acabó de cuajar debido a los problemas que se encontraron en el camino.
La empresa Form Energy ha sido la que ha vuelto a reinventarlas y la que hará posible que estas baterías funcionen y podamos utilizarlas en la red eléctrica.
¿Cómo funcionan las baterías de hierro-aire?
Como hemos dicho, la energía proviene de la oxidación del hierro.
Tenemos una pieza de hierro porosa como ánodo, una solución electrolítica (agua) y el oxígeno del aire que funciona como cátodo, pero este no se encuentra dentro de la batería. El oxígeno entra en la batería mediante una membrana que lo retiene e impide que este vuelve a salir.
Al descargase la batería, el oxígeno entra en la batería y cuando contacta con la solución electrolítica, el hierro se oxida.
Al cargarla pasa lo opuesto. Aplicamos una corriente eléctrica que hará que el óxido se convierta de nuevo en hierro y se exhala el oxígeno de la batería.
Form explica que saben cómo evitar que el hierro se oxide automáticamente controlando las condiciones en las que se encuentra. Mientras la batería esté cargada, no habrá oxígeno, y cuando está descargada es cuando se le añade el oxígeno.
¿Por qué hacer baterías de hierro-aire?
Hoy en día, tanto los coches como los dispositivos electrónicos cuentan con baterías de litio, pero necesitamos buscar alternativas por varias razones.
La primera es que el litio es un material escaso. Y además de ser escaso, está el hecho de que ahora mismo hay mucha demanda de este material debido al crecimiento en el mercado de los coches eléctricos. Por otro lado, cuando hay mucha demanda y el material es escaso, el precio se eleva y por tanto el precio de las baterías sube.
En cambio, las baterías de hierro-aire utilizan materiales abundantes y económicos: hierro, aire y agua. Esto hace que el costo de la fabricación de la batería sea mucho menor. Es más, al ser abundantes nos permiten no depender tanto de países como China para conseguir los materiales necesarios para construirlas.
La segunda razón es que, cuando la energía proviene de energías renovables, las baterías de litio pierden capacidad cuando pasan varios días en los que el sol no brilla tanto o el viento no sopla.
En este caso, las baterías de hierro-aire vuelven a ganar, pues pueden almacenar electricidad durante 100 horas (más de 4 días) a costes competitivos con los de las centrales eléctricas tradicionales.
El apoyo a las baterías de hierro-aire
Claro, es probable que tengamos algunas dudas con respecto a estas baterías ya que no parecen costosas y el funcionamiento es simple. Y si es así ¿por qué no se ha hecho antes? Es lógico dudar.
Sin embargo, estamos hablando de unas baterías que cuentan con el apoyo de personas muy importantes y que probablemente conozcas, Jeff Bezos (Amazon), Bill Gates (Microsoft) y Richard Branson (Virgin Group). Estas tres personas han invertido grandes cantidades de dinero para poder hacer realidad estas baterías.
Si lo han hecho es porque probablemente piensan que estas baterías son perfectamente viables. Y además, hay que tener en cuenta que en un mundo donde todo será eléctrico, el almacenamiento de energía es un negocio muy bueno que puede dar mucho dinero, si no que se lo digan a Elon Musk con sus Powerwall y Megapack.