En un momento en el que la electrificación es algo clave para el gobierno para intentar frenar el cambio climático y en el que los dispositivos electrónicos avanzan a pasos agigantados, es lógico que cada vez haya nuevos inventos que intente satisfacernos y ayudarnos. Ese es el caso de las baterías nucleares que se están intentando desarrollar y que pueden ser algo revolucionario y positivo para nuestros dispositivos pero también para los coches eléctricos.
¿Qué es una batería nuclear?
Una batería nuclear es una batería que utiliza energía nuclear para generar electricidad y alimentar un dispositivo. Esta batería trata de ser un reactor nuclear en miniatura el cual combina varias capas del isótopo radiactivo de níquel 63 con un semiconductor, en este caso el diamante. Estos componentes se agrupan en una caja que mide solo 15 mmx 15mm.
Esta batería está siendo desarrollada por una empresa China llamada Betavolt. Aunque hay que destacar que no son los primeros en idear una batería nuclear, de hecho, ya se desarrollaron durante la Guerra Fría algunos dispositivos que contaban con estas baterías.
¿Qué ventajas tiene una batería nuclear?
Claro, la cuestión es ¿por qué son necesarias las baterías nucleares?, ¿qué nos aportan ahora mismo?
Bueno, lo primero de todo es que, son baterías que no haría falta recargar. Imagina tener un móvil y que nunca se te acabase la batería, no tendrías que recargarlo todos los días. Esto es gracias al isótopo radioactivo que estas llevan, pues es el que se encarga de proporcionar la energía. El prototipo de Betavolt, de hecho, puede funcionar durante 50 años sin necesidad de recargarla.
Por otro lado, las baterías nucleares son mucho más pequeñas que las de iones de litio, por lo menos la de Betavolt, lo que hace que no se necesite tanto espacio para estas y que el dispositivo que las lleve instaladas no aumente mucho de peso.
Es más, son baterías que se pueden agrupar sin problemas ya que son modulares, lo que permitiría instalarlas en dispositivos mucho más grandes o hasta en medios de transporte.
¿Es mala para la salud?
Cuando leemos «batería nuclear» puede que lo primero que nos venga a la mente es que es algo peligroso y que nunca compraríamos nada que llevase una batería así.
Sin embargo, la startup que la desarrolla asegura que es completamente segura y que no tiene radiación externa, por lo que no afectaría a la salud. Es más, Betavolt platea que esta batería incluso podría ayudar en medicina usándose para marcapasos o corazones artificiales.
Podría preocuparnos cómo reciclar este tipo de baterías ya que el uso de un elemento radiactivo podría ser muy contaminante una vez desechemos la batería. Pero lo cierto es que, una vez que el níquel 63 decae, se convierte en un isótopo estable de cobre que no es radioactivo y que no es perjudicial ni para nuestra salud ni para el medioambiente.
Además, la batería nuclear, aunque parezca difícil de creer, es más segura que las de iones de litio ya que no corre el riesgo de explotar ni incendiarse ante un problema de mal funcionamiento.
¿Podría ser la batería nuclear la solución para los coches eléctricos?
Podría serlo. Siempre y cuando se puliesen los defectos que ahora mismo tienen. Por ejemplo, que el prototipo de batería que tienen ahora mismo está pensada para móviles, y ahora mismo solo puede proveer 3 voltios y producir 100 microvatios, cifras muy bajas para un teléfono y mucho más para un coche.
Pero si han conseguido una batería que genere esa potencia, ¿por qué no otra que genere más?
Si finalmente consiguiesen una batería nuclear que pudiese proporcionar energía a un coche eléctrico, sería algo revolucionario. Para empezar porque no sería necesario cargar la batería del coche nunca, lo que soluciona las dudas en cuanto a autonomía y la range anxiety que tienen algunas personas.
Y, aunque la parte de no tener que cargar el coche es bastante positiva, hay otra cosa que también hace que la batería nuclear sea interesante para los coches, su tamaño. Los fabricantes quieren aumentar la autonomía de los coches pero para eso necesitan baterías más grandes que acaban aumentando el peso del coche y quitando espacio. Y aunque ahora las plataformas como la STLA o la MEB son una solución para ello, el hecho de tener una batería pequeña que no ocupe casi nada de espacio es mucho más ventajoso.
Además, el factor de la autonomía así como el del espacio y peso, es especialmente importante en vehículos de carga pesada como los camiones, a los que cuesta convertir en eléctricos y son grandes responsables de las emisiones de CO2 que hay hoy en día. Con estas baterías, sí que sería posible electrificarlos.
Pero como decimos, aún son un proyecto y todavía habrá que esperar a que se desarrollen más para saber si realmente es viable usarlas en móviles y, más lejos de eso, en coches.