Si últimamente has pensado en comprar un coche nuevo, probablemente te hayas planteado comprar un coche eléctrico. Claro, a muchos se les va la idea de la cabeza cuando ven el precio del coche. Y es que los coches eléctricos suelen tener un precio elevado porque también cuentan con componentes con precios elevados. El más costoso de todos es la batería, dependiendo del coche, puede suponer el 57% del coste total del coche.
La batería es tan cara porque es de ion-litio, un material que no abunda y que es difícil de conseguir. Por eso mismo, muchas empresas están buscando alternativas. Una de ellas es la batería de iones de sodio, si no sabes qué son estas baterías, aquí te lo explicamos.
¿Qué son las baterías de iones de sodio?
Las baterías de ion-sodio son baterías recargables que utilizan iones de sodio. Son parecidas a las baterías de ion-litio ya que como el sodio y el litio se encuentra en el mismo grupo alcalino, tienen propiedades muy similares. El funcionamiento es el mismo, contamos con dos electrodos, un cátodo y un ánodo, y entre ellos viajan los iones de sodio, generando electricidad.
Imagen de batería de iones de litio
Estas baterías no son nuevas, pues ya se estudiaron en 1980 puesto que son baterías que suponen un menor coste que las de litio. Es lógico preguntarse entonces, «si son baratas ¿por qué no se usan hoy en día?». Pues porque, como todo en la vida, tienen su parte positiva y su parte negativa que les impiden igualarse a las baterías de litio.
Pros baterías de ion-sodio
Las ventajas de hacer baterías de iones de sodio son muchas pero una de ellas, y probablemente la más importante, es que el sodio es mucho más abundante que el litio, que es el material que contienen hoy en día casi todas las baterías, no solo de coches, también de dispositivos electrónicos. De hecho, el sodio es el sexto material más abundante en nuestro planeta. Esto también hace que sea más barato, pues hay una menor demanda y además más fácil de obtener. En cambio, para extraer el litio se utilizan procesos que no son limpios y que perjudican mucho al medio ambiente pues se utiliza grandes cantidades de agua y productos químicos que se pueden filtrar en las aguas cercanas y acaba contaminándolas.
El sodio es muy abundante, lo encontramos en el océano, en la corteza terrestre, en la sal común…
También son más baratas porque los materiales que se necesitan para hacerla son menos costosos. Mientras que en una batería de litio tenemos que usar materiales como el cobre, en las baterías de ion-sodio, al ser este menos corrosivo, podemos usar aluminio.
Otra ventaja que nos hace fijarnos en ellas, es que son más seguras que las de litio. Esto se debe a que las las celdas de iones de litio tienen más riesgo de sobrecalentarse lo que puede provocar que se incendien o incluso exploten. Esto a su vez hace que sean también más tóxicas, pues en un incendio de este tipo se expulsan gases tóxicos a la atmósfera.
Las baterías de sodio son mucho más estables que las de litio en cuanto a aguantar temperaturas extremas se refiere. De hecho, a -20 grados, estas baterías conservan un 90% de la capacidad nominal. Y además se cargan mucho más rápido sin perjudicar el rendimiento de la batería.
Y luego está el hecho de que las baterías de ion-sodio tienen un amplio campo de aplicación, desde el transporte hasta el almacenamiento de energía en las casas.
Y si se supone que las baterías de ion-sodio son más baratas y más seguras,¿por qué siguen siendo más abundantes las baterías de ion-litio?
Las desventajas de las baterías ion-sodio
Como decimos, no es oro todo lo que reluce, y es que por muy baratas y seguras que sean, siguen teniendo un problema que las de ion-litio no tienen, una corta vida útil. Esto hace que, aunque pueda usarse en campos como el transporte, esta batería no sea la mejor opción.
Además tienen una baja densidad energética, se puede decir que las baterías de litio pueden almacenar el doble de energía que las de sodio. Por muy rápido que se carguen, esto es una desventaja bastante grande.
Otro defecto que podemos encontrar en estas baterías, es que el sodio es un material más pesado que el litio, esto hace que las baterías de sodio sean más grandes que las de litio.
A pesar de estas desventajas, muchas empresas siguen detrás de estas baterías esperando poder solucionar esos problemas, ya que siguen ofreciendo muchas ventajas.
Soluciones para las baterías de ion-sodio
Una de las compañías que está investigando las baterías de ion-sodio, es CATL. El plan de esta empresa china es producir baterías de ion-sodio este 2023. Sin embargo, estas baterías siguen teniendo un problema, y es que la autonomía que pueden proporcionar a los coches eléctricos son de unos 400 kilómetros. Una autonomía muy baja que probablemente haga que los potenciales compradores de coches eléctricos se lo piensen dos veces antes de comprar un coche con esas prestaciones.
Imagen de la batería híbrida de iones de sodio.
Para solucionarlo, esta empresa ha buscado una alternativa que aumente la autonomía del coche. Las baterías que combinan los iones de sodio y los iones de litio. Estas baterías consiguen que la autonomía se aumente a unos 500 kilómetros. Aunque es cierto que se usa litio, se usa en menor medida y el costo de la batería es menor. Aun así, no es la solución ideal.
Está claro que ahora mismo es complicado sacar baterías de sodio para el mundo de los coches. Sin embargo, sí que se pueden utilizar para sustituir otras baterías como las que se usan en centros de datos y telecomunicaciones.
Aun así, siguen siendo unas baterías que en un futuro podrían ser una solución más ecológica y barata para los coches eléctricos. Para ello es necesario que se siga estudiando y desarrollando y eso es lo que están haciendo ya varias empresas como SVOLT, Natron Energy, CATL y Faradion. Tendremos que ver cómo se desarrollan estos proyectos para que la movilidad eléctrica sea más limpia y también más barata y que comprarse un coche eléctrico no suponga un desembolso tan grande.
