Con la electrificación como piedra angular de la nueva generación de coches, todos los fabricantes y marcas están tratando de encontrar alguna forma diferencial de brillar y destacar respecto a su competencia. Las baterías son claves en este caso, y un tipo de unidad de almacenamiento de energía por la que están apostando muchas marcas: las baterías tipo pouch.
¿Qué son las baterías tipo pouch?
Las baterías de tipo pouch, también conocidas como baterías de bolsa, son un tipo de tecnología de batería utilizada en vehículos eléctricos. Estas baterías son delgadas y flexibles, lo que permite a los fabricantes apilarlas y diseñarlas de manera que se adapten eficientemente a diferentes formas y tamaños, optimizando así el espacio disponible en el vehículo.
En realidad son baterías que hemos visto en muchas ocasiones, porque son las que podemos encontrar en cualquier dispositivo electrónico de tipo informático. Hoy en día, casi todos los portátiles y móviles cuentan con una batería de este tipo, pues se caracterizan por su tamaño reducido.
Lógicamente, las baterías de bolsa o baterías de tipo pouch de los coches eléctricos son más grandes, aunque igualmente se caracterizan por los mismos aspectos destacados que las que están integradas en los dispositivos inteligentes.
Características principales de las baterías tipo pouch
- Flexibilidad y diseño modular: Las baterías pouch son distintivas por su diseño delgado y flexible, conformando celdas planas encapsuladas en una bolsa flexible. Esta flexibilidad facilita su adaptación a diferentes formas y tamaños, permitiendo a los fabricantes optimizar el espacio disponible en los vehículos eléctricos.
- Alta densidad de energía: Una de las ventajas más destacadas de las baterías pouch es su capacidad para ofrecer una alta densidad de energía. Esto significa que pueden almacenar una mayor cantidad de energía en comparación con algunas tecnologías de baterías convencionales como las baterías cilíndricas, proporcionando una mayor autonomía a los vehículos eléctricos.
- Eficiencia de espacio: Gracias a su diseño plano y delgado, las baterías tipo pouch ocupan menos espacio en comparación con las baterías cilíndricas o prismáticas. Esto permite una distribución eficiente del espacio dentro del chasis del vehículo, contribuyendo a un diseño más compacto y aerodinámico.
- Adaptabilidad a diferentes aplicaciones: La versatilidad de las baterías pouch las hace adecuadas para una variedad de aplicaciones más allá de los vehículos eléctricos, como dispositivos portátiles y sistemas de almacenamiento de energía estacionarios. Su diseño modular también facilita la adaptación de la capacidad de la batería según las necesidades específicas de cada aplicación.
- Gestión térmica crucial: Dada su mayor densidad de energía, la gestión térmica se vuelve crucial para evitar el sobrecalentamiento. Los fabricantes implementan sistemas avanzados de control térmico para garantizar un rendimiento seguro y eficiente de las baterías pouch. Como se ocupan mucho los espacios entre cada unidad de batería, es necesario que la gestión térmica sea especialmente efectiva.
- Innovación en materiales: Las bolsas que contienen las celdas de la batería pouch suelen estar fabricadas con materiales como aluminio o polímeros avanzados, garantizando durabilidad y seguridad. Estos materiales también contribuyen a la ligereza del conjunto, favoreciendo la eficiencia en la movilidad eléctrica.
- Contribución a la sostenibilidad: Al facilitar un diseño más eficiente y ligero, las baterías pouch contribuyen a la reducción del peso total del vehículo, mejorando así la eficiencia energética y reduciendo la huella ambiental asociada con la fabricación y operación de vehículos eléctricos.
Las principales carencias y peligros de las baterías tipo pouch
La alta densidad de energía de las baterías pouch puede llevar a un aumento significativo de la temperatura durante la carga y descarga. La gestión térmica se convierte en un desafío crucial para prevenir el sobrecalentamiento, que podría afectar negativamente tanto la eficiencia como la vida útil de la batería. Todo esto lleva a que el coste de fabricación de estas unidades también pueda subir. Es verdad que en comparación con las baterías prismáticas no requiere de tantos componentes para la carcasa, pero aun así el coste de la unidad puede seguir siendo alto debido a los requerimientos de refrigeración.
Además, la naturaleza plana y flexible de las baterías pouch las hace potencialmente más susceptibles a daños mecánicos, especialmente en situaciones de impacto o deformación. Protegerlas adecuadamente contra impactos externos es esencial para garantizar su integridad y seguridad. Es cierto que las baterías tipo pouch son más asequibles que las prismáticas al no tener una carcasa tan resistente, pero para los coches eléctricos es igualmente necesario añadir suficiente resistencia. Aun así, a nivel global aporta más versatilidad que las prismáticas.
Las baterías tipo pouch pueden soportar peor las condiciones ambientales extremas, como temperaturas extremadamente altas o bajas. Esto puede afectar su rendimiento y eficiencia, especialmente en regiones con climas extremos.
Y con los problemas de incendios tan asociados a los coches eléctricos, las baterías de este tipo presentan preocupaciones para muchos fabricantes y para usuarios.
Aun así, marcas como Mercedes, por ejemplo, optan por este tipo de baterías. E incluso muchos otros fabricantes lo hacen. No es que no puedan ser seguras, sino que para igualarlas en nivel de seguridad es necesario un sobrecoste que al final repercute en el precio final del vehículo.
