Tras el Drive by Wire, lo normal es que vayan llegando tecnologías «by Wire» al mundo de los coches. La base de estos sistemas, como su nombre indica, radica en cambiar sistemas mecánicos o sistemas hidráulicos por cables y sistemas electrónicos para controlar diferentes elementos del coche. En este caso vamos a hablar del Brake by Wire, o freno por cable.
Los inicios de la electrónica en los coches
Aunque la electrónica existe desde hace mucho, los vehículos por lo general no contaban con una gran cantidad de electrónica. Inicialmente el uso de la electrónica se centraba más en sistemas opcionales y complementarios de los vehículos, tales como equipos de sonido o de iluminación.
Muchos coches antiguos cuentan con una pequeña dinamo que no podría soportar todos los sistemas eléctricos presentes en los coches de hoy en día y que no tiene nada que ver con los alternadores presentes en los coches con motor de combustión. Lógicamente, con los coches eléctricos, donde todo parte de la alimentación eléctrica, todo puede cambiar.
Con los coches eléctricos la tendencia será «by Wire»
Aunque más tarde se empezó a aplicar la electricidad y la electrónica a diferentes ámbitos de los coches, aplicando servomotores para la dirección asistida o para los frenos, o sistemas de gestión de la inyección y hasta de conducción asistida, lo cierto es que el siguiente paso es empezar a encontrar elementos «by Wire» en los coches.
«By Wire», que traducido significa «por cable», implica que ya no existirá una conexión mecánica entre el sistema del vehículo y el conductor. Mientras que en la inmensa mayoría de los coches del mercado ahora mismo el volante está conectado a la dirección, e incluso aunque perdamos el sistema de dirección asistida podríamos seguir controlando la dirección, con un sistema Drive by Wire lo que conecta el volante con las ruedas es simplemente un cable, que envía una señal a unos motores que mueve la dirección.
Para entendernos: sin electricidad no hay conexión entre el volante y las ruedas. Y eso mismo se puede aplicar al Brake by Wire, sustituyendo los frenos hidráulicos por un sistema de cables y motores.
Brake by Wire, frenando a través de cables
El sistema Brake by Wire es sencillo. Al pisar el pedal del freno, se envía una señal a través de una serie de cables que llega hasta un pequeño motor instalado en cada una de las ruedas, que acciona el freno.
Lógicamente, estos cables pasarían antes por una pequeña centralita dedicada al sistema de frenado que actuaría como el ordenador que determina cómo gestionar las señales recibidas y enviarlas a las ruedas.
Hablamos en todo momento de señales eléctricas. Eso significa que se prescinde de todo el sistema hidráulico del sistema de frenos, con la complejidad que eso implica.
Ventajas de los sistemas Brake by Wire
La principal ventaja de los sistemas Brake by Wire radica en que se prescinde de toda una serie de elementos mecánicos y del sistema hidráulico, que ya no requieren de mantenimiento y que no será propenso a fallar. Se evitan riesgos derivados de un problema con los frenos debido a un mal mantenimiento.
Por otro lado, la eficiencia de los sistemas de frenada regenerativa es superior a la existente con sistemas hidráulicos, y eso es especialmente relevante en coches eléctricos, donde obtener la mayor eficiencia energética es clave para optimizar la autonomía del vehículo.
Además, añadir múltiples sistemas «por cable» permite reducir la cantidad de elementos mecánicos en un coche, reduciendo la necesidad de cambiar componentes por desgaste. Y abaratando cualquier reparación, debido a la gran diferencia de costes entre un sistema de cableado y una serie de piezas mecánicas de acero o aluminio, con sus diferentes juntas, pernos y tuercas.
Desventajas de los sistemas Brake by Wire
Realmente no hay tantas. La principal desventaja es el temor que pueden tener los usuarios ante un posible fallo de este sistema. Al fin y al cabo, un fallo en el sistema eléctrico del coche nos dejaría sin frenos… O no.
Hay que pensar que actualmente la situación no es muy diferente. Una fuga de líquido de frenos nos deja igualmente sin posibilidad de frenar. Pero utilizar sistemas redundantes que nos permitan aplicar un frenado mecánico en caso necesario puede ser una buena opción.
Por ejemplo, hacer uso de baterías de emergencia o reservas de energía puede hacer que sigamos teniendo alimentación a pesar de quedarnos sin la batería principal. Y en cualquier caso, no hay que olvidarse de que lo que frena la rueda de forma efectiva son los motores que estarán integrados junto a la misma. En caso de fallo, puede estar perfectamente configurado para actuar de forma autónoma y frenarse de forma automática y progresiva.
La realidad será by Wire
Por otro lado, un coche totalmente eléctrico con sistemas by Wire está basado al completo en su electrónica, y por tanto también en la monitorización de los sistemas. Es mucho más fácil que el sistema detecte un error antes de iniciar la marcha que nos impida avanzar.
Y al fin y al cabo, no hay que olvidarse de que ya hoy tenemos una grandísima cantidad de sistemas electrónicos de ayuda que funcionan a base de alimentación eléctrica y que si perdiéramos complicaría de forma notable la conducción. Pero gracias a la experiencia de los fabricantes y a las normativas, no hay problemas de seguridad. Es algo que tenemos bastante superado.
Y la realidad es que los sistemas by Wire serán la normalidad en los coches eléctricos más pronto que tarde. Acabarán imponiéndose, y tras el Drive by Wire, el Brake by Wire será la siguiente tecnología que se establecerá como el estándar.