El mundo del motor evoluciona constantemente. Si bien no es exactamente como veíamos en las películas futuristas donde supuestamente hoy en día o en un futuro próximo todos tendríamos un coche volador, la realidad es que la tecnología que llevan incorporada los coches si ha evolucionado mucho y es tan impresionante como un coche volador.
No hablamos solo de los coches eléctricos como podrás imaginar, si no de un concepto que hará que la conducción sea mucho más segura, «el coche conectado«. Es posible que ya hayas oído esta expresión antes, pero por si acaso, en este artículo explicaremos qué es y todo lo que engloba.
¿Qué es un coche conectado?
Para definirlo de forma rápida, un coche conectado es aquel que puede conectarse a internet. Puede recibir datos o información de una fuente externa, o conectarse a un teléfono.
Dentro de los coches conectados podemos encontrar aquellos que que utilizan una red inalámbrica de corto alcance que pueden tener una conexión permanente a internet si cuentan con una tarjeta sim embebida y también aquellos que se conectan a nuestro dispositivo móvil por Wi-Fi, Bluetooth o por cable.
Independientemente de cómo consigamos conectar el coche a internet, el coche conectado cuenta con muchos servicios que permiten que la seguridad a la hora de conducir sea mucho mayor.
¿Qué puede hacer un coche conectado?
Las funciones de un coche conectado van mucho más allá de reproducir música o podcast de Spotify y de poder buscar la ubicación de un restaurante desde el coche, o incluso buscar cuál es el mejor restaurante para ir y que el GPS nos indique para llegar hasta él.
Todo eso lo puede hacer, pero un coche conectado permite las comunicaciones C2C (car to car o coche a coche) y C2X (car to infraestructure o coche a infraestructura). Esto le permite recopilar mucha más información a la hora de conducir, como saber si viene otro coche por determinado sitio o si un semáforo se va a poner rojo y por tanto, si nos da tiempo o no a pasar.
Por supuesto, un coche conectado también nos permite escuchar mensajes de WhatsApp, hacer llamadas sin tener que coger el móvil, escuchar noticias…
Además, también es posible obtener datos del coche mediante nuestro móvil, como la gasolina que le queda o la batería en caso de ser eléctrico. Incluso podemos abrirlo y cerrarlo o encender el aire.
¿Por qué es importante?
Todas estas funciones nos llevan a una conducción mucho más segura.
Por ejemplo, un coche conectado ayuda a que el conductor no utilice el móvil mientras conduce. Mirar el móvil conduciendo es una de las principales causas de accidentes mortales en España. Las cifras muestran que hay 7.890 accidentes al año ocasionados por el uso del móvil, en los cuales fallecen de media unas 390 personas.
El hecho de no tener que coger el móvil para nada porque toda la información te la puede dar tu coche, supone menos accidentes por esta causa. Ahora puedes escuchar un mensaje de WhatsApp, no es necesario coger el móvil para mirarlo. Es más podemos responder a esos mensajes mediante comandos de voz. Por supuesto, también podemos responder llamadas con el manos libres sin comprometer nuestra seguridad.
Pero un coche conectado no solo evita estos tipos de accidentes. Gracias a las comunicaciones C2C y C2X puede evitar accidentes con otros coches, pues es capaz de saber dónde se encuentra otro coche y evitar tener un choque, ya que nos avisará de por dónde se aproxima, si va a llegar a un cruce cuando nosotros, incluso cuando haya alguna infraestructura por medio y no nos permita verlo.
Y, como hemos dicho antes, si un semáforo va a cambiar de color en breve, también nos pedirá que aminoremos la marcha, de esta forma, respetaremos el semáforo en rojo y no nos llevaremos por delante ni a un peatón ni a otro coche.
¿Un coche conectado es un coche autónomo?
No debemos confundir estos dos conceptos. Un coche conectado es el que se puede conectar a internet y un coche autónomo es aquel que puede controlar su propio movimiento sin necesidad de que el conductor intervenga.
De momento, un coche conectado sí necesita conductor. Sin embargo, puede haber un coche autónomo que también sea conectado, que reciba toda la información y los datos y en base a eso actúe, aminorando la marcha por ejemplo.
Automatizado o no, está claro que los coches conectados nos permiten conducir de la manera más segura y es por ello que es una tecnología que ha llegado para quedarse.