Conducir afectados por el cansancio puede ser tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol o las drogas. Ponernos al volante de un coche nos obliga a realizar un ejercicio de responsabilidad, ya que, aunque muchas veces no sintamos la fatiga, esta puede aparecer con el paso de los kilómetros. En muchas ocasiones, lo que nos separa de llegar a nuestro destino sanos y salvos o de sufrir un fuerte accidente pueden ser esas décimas de segundo en la que nuestro cerebro se desconecta o no ofrece una respuesta apropiada a la situación en esos momentos.
Cómo funciona el detector de fátiga
La función de un detector de fatiga consiste en determinar si un conductor cuenta con las condiciones físicas y mentales necesarias como para poder circular con un vehículo. Lo hace estableciendo una línea de resultados convencionales, en las que se mide cómo se comporta la persona al volante en condiciones normales, valorando el tiempo de reacción, el uso de intermitentes, el tiempo desde que se puso en marcha la última vez, las correcciones del volante, los movimientos en el asiento del cuerpo o la posición de las manos.
¿Cómo se aplica a la conducción?
Una vez que el sistema entienda que el conductor supera un valor mínimo del índice de fatiga y le hace saber que su capacidad de reacción se puede haber visto disminuida debido al cansancio. Esto llegará a través de una señal luminosa, una sonora e incluso la opción de que el volante vibre para así cerciorarse de que le llega la información a la persona que se encuentra tras él. Estas acciones son únicamente señales de advertencia, de cualquier modo, se podrá seguir circulando, por lo que se le pide al conductor que tenga responsabilidad con el resto de ocupantes del coche y de usuarios de la vía que pueden resultar gravemente afectados por su cansancio.
Los sistemas más recientes aprovechan el uso de cámaras con reconocimiento facial para realizar un índice de fatiga más preciso a través del que se recogen datos como el número de veces que parpadeamos por minuto, los bostezos o hacia dónde estamos dirigiendo nuestra mirada mientras conducimos. En el caso de detectar que cerramos los ojos de forma constante y durante periodos superiores al de un parpadeo normal, también optará por darnos una señal de aviso.
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