Un motor eléctrico está compuesto por una serie de elementos clave. El rotor y el estátor conforman los dos principales componentes. Mientras que el primero rota y se encuentra en el interior, el estátor se mantiene estático y actúa como “contenedor” del propio rotor. Aunque también puede haber diferentes configuraciones para el estátor, lo cierto es que el principio de funcionamiento es casi el mismo en todos los diseños, y esto hace que una vez comprendida la función de este elemento, lo tengamos completamente dominado.
Qué es un estátor
Ya de por sí el nombre, estátor (o estator), proviene de la propia palabra rotor, que viene a la vez de motor. Es uno de los elementos principales de un motor eléctrico, y a diferencia del rotor, el estátor se mantiene siempre estático. De hecho, su nombre proviene del acrónimo entre rotor y “stationary”.
La función de un motor eléctrico es la de convertir energía eléctrica en energía cinética o movimiento. El estátor tiene la función de “trabajar” la energía eléctrica para crear con ella un campo magnético. Este campo magnético es seguido por el rotor cuando se magnetiza.
El funcionamiento de un motor eléctrico se puede imaginar como una brújula en la que la aguja es el rotor, que va apuntando siempre al norte magnético. Este norte magnético es generado por el propio campo magnético de la Tierra, que en el caso del motor eléctrico se correspondería con el estátor.
Cómo funciona un estátor
Un estátor está compuesto por una serie de bobinas de un material conductor. Cuando la energía eléctrica atraviesa un material conductor, se crea un campo magnético. La función de un estátor es la de crear un campo magnético rodante, que sea seguido por el rotor. Para entender este funcionamiento, imagina un reloj con 12 horas, en el que cada una de las horas cuenta con una bobina que funciona de forma independiente. Un controlador conectado al estátor se encarga de que la electricidad atraviese las bobinas de forma secuencial. El rotor, magnetizado, va siguiendo el norte magnético.
De esta forma, cuando el norte apunta a la 1, el rotor irá hacia allá. Luego irá hacia las 2, las 3, las 4, las 5… y así sucesivamente, generando un movimiento rotatorio constante.
Así, con un componente estático como es un estátor, hemos generado un movimiento físico, gracias al movimiento del rotor.
Aunque hay diferentes tipos de rotores que utilizan diferentes tecnologías para magnetizarse (habiendo rotores de imanes permanente, o rotores de inducción, o rotores de alimentación externa, entre otros), el concepto del estátor es siempre el mismo, siendo un componente lleno de bobinas independientes que generan un campo magnético giratorio.
Eso sí, el tamaño del estátor puede variar dependiendo de la tecnología del rotor. Mientras que un rotor de imanes permanentes ocupa poco espacio, un rotor de inducción o de alimentación externa requiere de una construcción más grande, y por tanto también de un estátor más grande. Al final, hay que recordar que el estátor actúa de contenedor del propio rotor.
Estos dos elementos, junto con la propia batería, y el controlador o computadora, son los componentes esenciales que definen a un motor eléctrico, y en nivel de importancia en comparación con un motor de combustión, son tan relevantes como un cilindro, un pistón o una válvula. Por esto, es vital comprender su funcionamiento para entender la actuación de un motor eléctrico.