Hoy en día hay muchísimos modelos de coches entre los que podemos elegir. Coupés, sedanes, SUV, compactos, rancheras…Hay para todos los gustos, si quieres un coche pequeño o uno grande, uno elegante o uno deportivo, tienes muchas opciones donde elegir.
De hecho, hay tantos tipos de carrocerías que es difícil conocer cuál es cada y en qué se diferencian. Hoy hablaremos de una de la que no se habla mucho hoy en día pero que se sigue utilizando mucho, la fastback. Puede que este tipo de carrocería ni siquiera te suene, por eso en este artículo nos centraremos en hablar de ella para que lo tengas un poco más claro.
¿Qué es un coche fastback?
Un coche fastback es un coche con una carrocería de dos volúmenes, donde el primer volumen es para el capó y el segundo para el habitáculo y el maletero. Esta carrocería se diferencia de las demás porque cuenta con una pendiente que va desde el techo hasta la parte trasera de la carrocería, fusionándose con esta en una sola línea.
Esta característica hace que el coche tenga un toque más deportivo, ya que tiene un aspecto aerodinámico y veloz. Sin embargo, este tipo de carrocería no solo se ha limitado a usarse en coches deportivos, pues también podemos verlo en sedanes y SUV. Este tipo de carrocería está muy ligada a los coupés, de hecho a los coupés que no tienen esta carrocería directamente se les llama sedán de dos puertas.
La historia de los fastback
El origen de los sedan se remonta a 1930. En esta década muchos fabricantes de coches se dieron cuenta de lo importante que era la resistencia al viento, pues eso es lo que permitiría aumentar o disminuir la velocidad de un coche. Es por eso que empezaron a estudiar la aerodinámica de los aviones, de esta manera podían extraer elementos que permitiesen mejorar la aerodinámica de los coches. Hasta entonces, casi todas las carrocerías eran demasiado rectas, lo que proporcionaba poca eficiencia aerodinámica.
Además, la carrocería fastback es bastante simple y no requiere demasiado material, como sí pasa con otros tipos de carrocerías que son bastante más elaborados. Por lo tanto, fabricar un coche fastback era mucho más barato y eso fue clave para que los fabricantes usasen mucho este tipo de carrocerías.
En 1960 fue cuando los fastback tomaron mas relevancia, de hecho muchos modelos de eso año todavía hoy son muy famosos dado que fueron muy icónicos, como es el caso del Ford Mustang Fastback.
Actualmente este tipo de carrocería se sigue utilizando, eso sí, la fastback ha ido adaptándose a las tendencias con el paso del tiempo en cuanto al estilo de los coches, haciendo que cada vez se modernizase más.
Ventajas que ofrece la carrocería fastback
Como ya hemos comentado en el apartado anterior, esta carrocería surgió de la necesidad de mejorar la aerodinámica del coche, por lo que, obviamente, los coches que cuentan con esta carrocería tienen una mejor eficiencia aerodinámica y eso ya es una ventaja bastante grande porque una mejor aerodinámica también significa un mayor ahorro de combustible.
Por otro lado, estos coches cuentan con un mayor espacio de carga gracias a que cuenta con su característica inclinación en el techo. Una berlina que tenga esta carrocería contará con más espacio para transportar cosas que una que tenga un diseño convencional.
Y no solo eso, si no que esa inclinación que tiene también proporciona más espacio para los pasajeros de los asientos traseros, ya que el techo tiene más altura, lo que permite que los pasajeros vayan mucho más cómodos y no tengan la sensación de que el coche es demasiado pequeño.
Además, como no hay un corte para pasar del techo a la luna trasera y de la luna trasera al maletero, hay una mejor visibilidad. Eso nos permite ver mucho mejor cuando miramos hacia atrás, por ejemplo cuando vamos a aparcar. Aunque lo cierto es que con todos los sensores y toda la tecnología con la que cuentan los coches hoy en día, tampoco es que importe demasiado.
En cuanto al aspecto, algo a lo que muchas personas dan mucha importancia, un coche fastback siempre será un coche que tendrá un aspecto deportivo, algo que es sinónimo de un coche de gama alta.