Durante años asistimos a la estandarización en motores diésel de los filtros de partículas, un sistema anticontaminación realmente importante, por su capacidad para retener y eliminar partículas que se generan en la combustión de los motores – también de gasolina. Las partículas en suspensión son uno de los contaminantes más peligrosos a los que puede enfrentarse la población de una ciudad y la propia Organización Mundial de la Salud ha alertado de sus consecuencias, de cómo pueden agravar, e incluso provocar, enfermedades respiratorias y cardiovasculares muy graves, cuya consecuencia puede llegar a ser incluso la muerte. Tras los diésel, los filtros de partículas llegan a los motores de gasolina. ¿Pero por qué ahora? ¿Qué diferencias hay entre los filtros de partículas en motores diésel y gasolina?
Por qué los motores de gasolina necesitan filtros de partículas
Por su naturaleza y funcionamiento, los diésel fueron los primeros en introducir los filtros de partículas, por ser uno de los contaminantes más peligrosos que se generan en la combustión del gasóleo. En los últimos años se han producido dos hechos que han propiciado la llegada de los filtros de partículas a motores de gasolina. El primero, que los motores de gasolina modernos hayan visto cómo tecnologías como la inyección directa propiciaban que la emisión de partículas se incrementara.
Diferentes organismos alertaron de ello, pero mientras tanto los fabricantes no avanzaron demasiado en tecnologías que mitigaran estas emisiones, sino en cumplir con las normativas vigentes. Los fabricantes prefirieron esperar, a pesar de que los filtros de partículas no suponen un sobrecoste alto en un coche (no es ni mucho menos tan alto como su sustitución en un taller, y las averías derivadas de los filtros de partículas).
El segundo hecho ha sido precisamente la introducción de normativas más exigentes, y de protocolos de homologación de consumos y emisiones más realistas, como el WLTP y el RDE. Este paso adelante ha propiciado que los fabricantes de coches no encontraran muchas salidas más allá de incorporar filtros de partículas en sus motores de gasolina.
¿Cómo funciona el filtro de partículas de un motor de gasolina?
El funcionamiento del filtro de partículas de un motor de gasolina es, en esencia, muy parecido al de un diésel. El sistema de escape incorpora un dispositivo capaz de retener las partículas y estas partículas se incineran, y eliminan, reduciendo notablemente su peligrosidad. Para eliminar esas partículas se requiere una lógica de funcionamiento para la regeneración del filtro.
En los motores de gasolina se ha conseguido introducir lógicas de funcionamiento que propicien la regeneración y que, por lo tanto, no sean tan propensas a la obstrucción del filtro y a provocar averías, como las sucedidas en muchos diésel. Las altas temperaturas que se alcanzan en los gases de escape, y el hecho de que estas sean menos dependientes de nuestro estilo de conducción, son a priori un aspecto que favorece la regeneración del filtro y evitar problemas.
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