El filtro del habitáculo es un componente que se encuentra en algún punto del recorrido del sistema de ventilación del aire acondicionado, y que se encarga de retener todas las partículas que superan un determinado tamaño. Originalmente, evita que entren en el habitáculo partículas de grasa, ferodo o restos que pueda haber en el asfalto y que nuestro coche va «respirando» cuando capta el aire.
Por otro lado, también filtra las partículas de polen tan habituales en la época de primavera y verano. De hecho, este componente es también conocido como filtro de polen o filtro antipolen.
Por qué hay que revisar el filtro del habitáculo
Con la llegada del buen tiempo también aparece de nuevo la sensibilidad a diferentes elementos de polinización propios de la primavera y el verano. Si sufres de alergias, es posible que atravesar determinados lugares de la ciudad te resulte complejo. Y no vale con subir la ventanilla, pues estas partículas pueden entrar al coche por el sistema del aire acondicionado.
Sin importar lo avanzado que sea el climatizador de tu coche, hay un elemento que es clave a la hora de evitar que las partículas peligrosas para el ser humano entren en el coche, y es el filtro del habitáculo. Es un elemento básico y a la vez económico, pero que deberías revisar con más frecuencia de la que crees.
¿Dónde se encuentra el filtro del habitáculo?
No existe un sitio fijo para el filtro del habitáculo, que suele estar ubicado en alguna sección donde el fabricante haya podido colocarlo de forma práctica. Suele estar cerca de la salida de aire del sistema de aire acondicionado, aunque de nuevo, puede quedar en zonas muy diferentes del coche.
No obstante, al ser un elemento que se anima a cambiar cada cierto tiempo, será muy fácil encontrar en el manual de instrucciones de tu vehículo dónde se encuentra el filtro del habitáculo.
A qué afecta el filtro del habitáculo del coche
El filtro del habitáculo no es un elemento que haga más cómodos los viajes a pasajeros con alergias. En realidad, filtra otros elementos que también son contaminantes y que nuestro sistema respiratorio no puede filtrar bien. Y esto es necesario porque el vehículo capta una gran cantidad de aire «sucio» del exterior. Incluso es fácil que con el paso del tiempo, los elementos mecánicos del coche se vayan deteriorando y pequeñas partículas sean aspiradas por el sistema de ventilación del coche.
Así, el filtro del habitáculo es muy importante para la salud de los usuarios del vehículo. De hecho, un tipo de filtro avanzado es el de carbón activado, que capta más partículas y puede reducir también los malos olores que proceden de la combustión del motor. Es solo un poco más caro que los filtros «blancos», pero vale la pena la inversión, y puedes instalarlo en tu coche fuera cual fuera el filtro del habitáculo original.
Por otro lado, un filtro del habitáculo muy usado, perderá capacidad de filtración y podría obstruir parte del sistema de ventilación, lo que hará que el aire acondicionado pierda eficacia.
¿Por qué tienes que revisar ahora mismo el filtro del habitáculo?
No existe una norma sobre cuándo cambiar el filtro del habitáculo. Algunos recomiendan hacer una comprobación visual del filtro a ver si parece estar demasiado sucio. Como recomendación, también debes fijarte en si empieza a haber malos olores al poner el aire acondicionado del coche, o incluso en si el salpicadero se llena de suciedad con partículas algo más grandes. Incluso si no consigues desempañar el parabrisas tan rápido como antes es posible que lo que ocurra es que el filtro necesita un cambio.
Sin embargo, al precio que tiene (unos 10 euros modelos de carbón activado) debes plantearte cambiarlo cada año, que es una de las mejores recomendaciones que podemos darte. Si además eres una persona especialmente sensible a las alergias, una gran opción es cambiarlo cuando se acerca la temporada de la primavera, de manera que tengas el filtro del habitáculo a punto para reducir al mínimo el efecto que el polen tiene en tu alergia cuando conduces.