Nos hemos propuesto de cara al 2050 la descarbonización de nuestro planeta, es decir neutralizar o por lo menos reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. Y es que las emisiones de estos gases favorecen al cambio climático, algo que queremos frenar. Una de las formas que tenemos de frenarlo, es cambiando el parque automovilístico ya que ahora mismo casi todos los coches utilizan gasolina o diésel para moverse, los cuales al quemarse liberan C02. Por eso mismo estamos viendo otras alternativas para hacer de los coches transportes alternativas más verdes, como por ejemplo los coches eléctricos u otras opciones como los coches de hidrógeno, una tecnología limpia que tiene muchas ventajas y de las que vamos a hablar en este artículo.
¿Qué es el hidrógeno?
Antes de ponernos a hablar del hidrógeno como combustible para coches, tenemos que saber lo que es.
El hidrógeno es el primer elemento de la tabla periódica, es el elemento más ligero que existe. Está formado solo por un protón y un electrón. En condiciones normales, podemos encontrar este elemento en estado gaseoso y es incoloro, inodoro e insípido.
Este elemento es muy abundante ya que supone el 75% de la materia del universo, sin embargo, se encuentra combinado con otros elementos, por ejemplo con el oxígeno formando el agua. Por lo tanto, este elemento hay que fabricarlo, no se coge directamente de la naturaleza, se necesita energía, como la electricidad para poder extraerlo.
¿Cómo se obtiene el hidrógeno?
Como decimos, el hidrógeno se encuentra unido a otros elementos, por lo que es necesario extraerlo. Hoy en día en 95% de hidrógeno que usamos proviene de energías fósiles: gas natural y petróleo.
Para obtener el hidrógeno existen tres métodos:
- La transformación nuclear: Lo obtenemos a partir del gas natural. Se utiliza vapor de agua a altas temperaturas para separar el carbono del hidrógeno.
- La gasificación del carbón: se necesita un reactor para poder quemar el carbón a temperaturas muy elevadas, así se separa el hidrógeno y el carbono.
- La electrólisis del agua: este método es el más limpio de los tres siempre que utilicemos una energía renovable y limpia como la eólica o la solar para obtenerlo, de esta manera no se liberarán gases dañinos para el medioambiente. Para poder hacerlo mediante este método necesitamos contar con mucha energía eléctrica. Mediante una corriente eléctrica continua conectada a unos electrodos, podemos descomponer el agua en oxígeno e hidrógeno. Este hidrógeno que se obtiene, se le denomina hidrógeno verde ya que su obtención es totalmente limpia y no contamina, es el hidrógeno que se quiere utilizar como combustible en los coches.
El hidrógeno y los coches
El hidrógeno es un combustible muy limpio, por eso mismo muchas personas se han planteado usar este combustible en los coches como forma de reducir las emisiones de CO2. De hecho, los coches de hidrógeno ya son una realidad.
Para ser más específicos, la tecnología que utilizan estos coches se llama «pila de hidrógeno». Los coches de hidrógeno son eléctricos, la diferencia es que estos coches son capaces de producir la electricidad en su interior. Para ello, el coche cuenta con una pila de combustible y tanques de hidrógeno. En el interior de la pila de combustible se combina el hidrógeno de los tanques y el oxígeno del exterior produciendo una reacción que se aprovecha para generar la electricidad. La pila de combustible suministra directamente esta electricidad al motor, y así es como consigue hacerlo funcionar.
Estos coches no emiten gases, solo vapor de agua, por lo que pueden llevar la etiqueta CERO emisiones de la DGT. Además, ya hay varios modelos de coches que utilizan la pila de hidrógeno como por ejemplo el Hyundai NEXO o el Toyota Mirai. Así que como vemos, los coches de hidrógeno son una alternativa posible a los coches de combustión interna de gasolina o diésel y además cuentan con muchas ventajas.
Ventajas de los coches de pila de hidrógeno
- Una de las ventajas y la más importante es la que ya hemos comentado, que no producen gases con efecto invernadero, solo vapor de agua. Estos coches ayudan a llevar a cabo el proyecto de descarbonización que ahora mismo queremos cumplir para el 2050.
- El tiempo de repostaje es mucho menor que el de carga de los coches eléctricos que es uno de los problemas en el que las personas piensan a la hora de comprarse uno ya que tardan como mínimo 30 minutos en cargarse. Repostar un coche de hidrógeno solo lleva entre 3 y 5 minutos.
- Son muy silenciosos.
- Tienen mayor autonomía que los coches eléctricos, pueden llegar a los 600 kilómetros.
- El mantenimiento del motor es mínimo, mucho más económico y sencillo que los coches con motores de inyección.
- Resaltamos nuevamente el hecho de que puedan llevar la etiqueta CERO emisiones de la DGT, esto les permitirá circular libremente por la ciudad incluso en situaciones de protocolos anticontaminación y también aparcar en la zona SER sin abonar ticket.
Desventajas de los coches con pila de hidrógeno
Claro, no todo son ventajas, al ser una tecnología prácticamente nueva, todavía quedan muchas cosas por pulir y esto hace que cuente con varias desventajas.
- Hay pocos modelos de coches con pila de hidrógeno, por lo que no hay mucha variedad para poder elegir.
- Actualmente solo hay 6 estaciones de repostaje, también llamadas hidrogeneras. Esto es un problema bastante grande si vas a comprarte un coche de este tipo pues no podrás repostar en muchos sitios a los que vayas.
- Los precios de estos coches son elevados, más que los de los eléctricos. Esto quiere cambiarse de cara al futuro, pero aún debe pasar bastante tiempo para que eso pase.
- Otra desventaja es que los coches de hidrógeno son grandes pero el maletero no lo es tanto, esto es porque gran parte del maletero lo ocupa la pila, el tanque y otros muchos elementos.
- La vida útil de la pila o de los depósitos del coche es menor, un máximo de 15 años por motivos de seguridad ya que el hidrógeno es muy volátil e inflamable, por lo que los tanques de hidrógeno deben estar en buen estado y ser seguros.
Como vemos, los coches de hidrógeno pueden ser una solución para el futuro, pero para ello es necesario seguir desarrollando esta tecnología, de esta manera podremos pulir todas esas desventajas.
Estos coches contribuyen a cambiar el parque automovilístico y así reducir las emisiones de gases, por lo que lejos de descartarlos, deberíamos hacer que estos coches se queden, siempre y cuando consigamos mejorarlos. Con ellos, conseguiremos hacer la vida en el planeta mucho más limpia.