Los coches por lo general suelen utilizar dos sistemas de combustible en los motores de combustión interna. El primero es el sistema por carburador y el segundo es por inyección. Antiguamente, los coches utilizaban el sistema de carburador pero desde hace ya unas cuantas generaciones de coches se ha incorporado el de inyector. Es un elemento tan importante que si está en mal estado puede producir un gasto exagerado de combustible.
El sistema de inyección mecánica de combustible se desarrolló en los inicios de las carreras de coches y todavía es usado en la actualidad. Funciona bien en motores de inducción forzada o de aspiración natural y puede utilizar casi cualquier tipo de combustible: mezclas de etanol, metanol, gas e incluso mezclas de nitro.
¿Qué es un inyector?
Un inyector es un sistema electromecánico del coche que le permite la formación de una mezcla de aire/combustible. El inyector se encuentra diseñado para funcionar con cualquier tipo de combustible, incluyendo el combustible sintético, pudiendo ser utilizado en motores diésel, gasolina y gas. La bomba de combustible de un coche suministra combustible presurizado y puede abrirse y cerrarse muchas veces por segundo.
Los inyectores se encuentran ubicados en el múltiple de admisión para que rocíen combustible directamente en las válvulas de admisión y son controlados de forma electrónica. Intervienen en la preparación de la mezcla correcta de aire y combustible que a su vez proporciona una combustión eficiente al motor.
Bosch desarrolló el inyector por primera vez en 1951. Esta tecnología fue utilizada en el Goliath 700 de dos tiempos. Tres años después se instaló en el Mercedes 300 SL. Los inyectores de combustible reemplazaron a los carburadores debido a su mayor eficiencia y control de combustible.
¿Para qué son útiles los inyectores?
Los inyectores de combustible inyectan combustible a alta presión en cada cilindro en el momento que lo necesitan a través de orificios muy pequeños, atomizando el combustible y mejorando la ignición como la combustión del mismo.
Factores que intervienen en el rendimiento óptimo del inyector
Para un rendimiento óptimo del inyector, contamos con tres factores. Los dos primeros son el tiempo de inyección y la cantidad de inyección. Ambos son controlados por el sistema de inyección. El tercer factor es la atomización del combustible, que depende de la boquilla del inyector y su limitación de presión.
Ajustando estos factores, se puede mejorar el rendimiento del motor. Por ejemplo, se pueden obtener como resultado menores emisiones y mejores características de ruido.
Tipos de inyectores
Sobre la base de los inyectores de combustible podemos hablar de 2 tipos: Inyectores de combustible diésel e inyectores de combustible de gasolina. Los inyectores de combustible diésel requieren un mayor bombeo de inyección que los inyectores de gasolina, ya que el diésel es más pesado que la gasolina.
Como la gasolina es más liviana que el diésel, los inyectores de gasolina requieren menos bombeo de inyección que los inyectores diésel. Ahora, si clasificamos los tipos de inyectores sobre la base de la medición de combustible, estos pueden ser: Inyectores de combustible controlados mecánicamente e inyectores de combustible controlados electrónicamente.
¿Qué sucede si un inyector no funciona de forma adecuada?
Los inyectores de combustible no están diseñados para durar para siempre. Un inyector de combustible que no se encuentre funcionando adecuadamente puede afectar el rendimiento y el kilometraje del coche.
En casos severos, puede provocar una avería en el coche. Puede provocar una perdida abrupta de la potencia del motor o hacer que el motor se sobrecaliente rápidamente y preencender la mezcla de combustible. Afectar el ralentí del motor y reducir la eficiencia del combustible. De ahí que tener los inyectores a punto sea algo tan relevante en un coche y en conseguir una buena eficiencia.