Las llantas de radios, un son una obra de arte dinámica que ha resistido la prueba del tiempo. La historia detrás de estas elegantes ruedas traza sus humildes comienzos hasta su estado actual como iconos de estilo. Han dejado una huella indeleble en el mundo de los coches clásicos.
Las llantas de radios, ¿qué son?
Aunque las llantas de aleación convencionales de cualquier coche tienen radios, cuando hablamos de llantas de radios no hablamos de este tipo de ruedas.
Las llantas de radios presentan un entramado de radios que se extiende desde el centro hacia el borde exterior. Todos conocemos las llantas de radios porque es común que hoy en día las encontremos en bicicletas o en motos. Sin embargo, durante una época las llantas de radios fueron también comunes para los coches.
Historia de las llantas de radios
Las llantas de radios, con su elegancia intemporal, tienen sus raíces en los primeros días del automóvil. En los albores del siglo XX, cuando los vehículos a motor apenas comenzaban a poblar las calles, las ruedas de radios aparecían como una solución ingeniosa a los desafíos de la época. Estos primeros ejemplares eran construidos con materiales como madera y metal.
De hecho, si uno piensa en la imagen de cualquier carruaje es fácil darse cuenta de que estas ruedas eran en sí mismas llantas de radios.
Con el paso del tiempo, las llantas de radios se volvieron sinónimo de sofisticación, presentes en automóviles de alta gama y modelos clásicos. La década de 1920 marcó un punto culminante para este estilo de llantas, cuando la estética del Art Decó influyó en el diseño automotriz, destacando la armonía entre funcionalidad y forma. Modelos emblemáticos como el Rolls-Royce Phantom y el Bugatti Type 35 se convirtieron en embajadores de esta forma distintiva de llantas.
Coexistencia con las llantas de acero
Hay que decir que en el inicio de la era automotriz, no solo las llantas de radios fueron la opción. Las llantas de acero también estaban presentes. Es más, la resistencia y la durabilidad de las llantas de acero ha hecho que siempre hayan sido una opción interesante.
Durante la década de 1920 las llantas de acero se convirtieron en una opción estándar en muchos vehículos. La fabricación de llantas de acero era más eficiente y económica, y además eran más fáciles de mantener.
Para colmo, la llegada de la Segunda Guerra Mundial hizo que las llantas de acero fueran la mejor opción para los vehículos militares. Todo esto cobró más relevancia todavía al finalizar la Segunda Guerra Mundial, pues la producción en masa de coches hizo que la eficiencia en la fabricación de llantas fuera lo más relevante.
Entonces, ¿por qué se instalaban llantas de radios?
Las llantas de radios no eran simplemente más bonitas que las llantas de acero, sino que también eran mejor opción para el rendimiento deportivo. Como es lógico, en comparación con una gran llanta de acero, una llanta compuesta por radios era mucho más ligera.
En aquellos vehículos donde se quería obtener un rendimiento deportivo esto era algo clave, sobre todo teniendo en cuenta que no existían motores que alcanzaran una potencia como la de los motores actuales.
Por otro lado, la circulación de aire en las llantas de radios permitía una mayor capacidad de disipación del calor, lo que era vital para conseguir una mayor potencia de frenado. De nuevo, eran una mejor opción para el rendimiento deportivo.
Es por este motivo por lo que aquellos vehículos de alto rendimiento optaban por integrar unas llantas de radios.
La llegada de las llantas de aleación
La posibilidad de producir aleaciones de diferentes metales permitía conseguir fabricar llantas ligeras y baratas con aleaciones de aluminio. Estas llantas de aleación ofrecían una resistencia casi tan alta como la de las llantas de acero y con el peso de las llantas de radios y su capacidad para disipar el calor.
Las llantas de radios como un símbolo de los coches clásicos
Es curioso que aunque las llantas de acero coexistieran con las llantas de radios, estas últimas son las que se han convertido en un símbolo de los coches clásicos. Aunque esto se explica principalmente porque prácticamente hoy en día no las vemos en ningún coche.
Las llantas de acero siguen presentes en muchos coches donde se busca economizar al máximo a la vez que se quiere una gran resistencia. Los coches más baratos suelen contar con llantas de acero con tapacubos, y también los vehículos industriales. Sin embargo, no hay coches con llantas de radios en el mercado hoy en día.
Por otro lado, los coches clásicos que son iconos hoy en día son aquellos que destacaban especialmente por ser vehículos únicos que fueron referencias en los circuitos de competición de todo el mundo. Por lo general son coches famosos por su alto rendimiento. Y como hemos dicho, las llantas de radios eran comunes en este tipo de vehículos.
Es normal que los grandes coches clásicos que se exponen hoy en día cuenten con este tipo de llantas de radios. Y de ahí que se hayan convertido en un símbolo de los vehículos clásicos.