Tras los Uber Papers publicados relacionados con las supuestas acciones llevadas a cabo con Uber para conseguir entrar en los diferentes mercados internacionales, uno puede preguntarse qué es eso del lobby, siendo esta una de las tácticas utilizadas.
Qué es un lobby
En realidad, más que una táctica, un lobby es un grupo, aunque la palabra ha adquirido una personalidad propia y ha surgido la expresión «hacer lobby» para referirse a una táctica.
A pequeña escala y casi en un ámbito gracioso, incluso se utiliza para hacer referencia a un grupo de hermanos en los cuales dos o varios de ellos se alían para molestar y burlarse de otro.
Cuando lo relacionamos directamente con el significado del grupo, podemos decir que un lobby es un grupo de presión que busca conseguir un objetivo o lograr una serie de cambios. Por lo general, un lobby busca conseguir que haya un cambio de normativas o de regulaciones que derive en su propio beneficio.
En el ámbito político existen los grupos de interés, que tratan de influir en diferentes grupos políticos y personalidades del gobierno con el objetivo de que una normativa o una reglamentación beneficiosa para ellos se lleve a cabo.
Sin embargo, un lobby va un paso más allá y busca obtener también el respaldo social y la participación de la prensa para lograr así una mayor fuerza de presión.
Algunos lobby habituales
Quizás resulte más sencillo hablar con ejemplos. Tenemos el caso del lobby hotelero, que ha buscado en los últimos años normativas que favorecieran el turismo en hotel, y no tanto en apartamentos de alquiler.
En el mundo de los coches, tenemos una buena cantidad de ejemplos. Lo hemos tenido por parte de las productoras de hidrocarburos que han buscado evitar el avance de las tecnologías eléctricas y alternativas durante mucho tiempo. También lo hemos visto por parte de los fabricantes de coches que buscan un aumento en las subvenciones de nuevos vehículos.
Y por supuesto, lo hemos visto con el transporte. El caso de los camioneros y las huelgas en búsqueda de medidas para paliar la subida del precio del carburante es uno de los más reconocibles. Pero también el del gremio de los taxistas, en contra del auge de las empresas de VTC que realizan una actividad muy similar a la suya pero sin el alto coste de las licencias que ellos tuvieron que pagar. Y por supuesto, la contraparte, las propias empresas de VTC, gigantes como Uber que han presionado para ser aceptados dentro de las normativas en cada uno de los mercados internacionales en los que han ido entrando.
Uber y la táctica del lobby con la presión mediática
En los Uber Papers aparece una de las tácticas aprovechadas por Uber que encaja a la perfección con la definición de lobby. En el escenario de las protestas de taxistas se produjeron agresiones a conductores de Uber. Estos hechos aparecieron en los medios. Y precisamente esto contribuyó a generar simpatía hacia la marca y a facilitar el establecimiento de su negocio en el país. Aprovechar efecto de la prensa y la presión social es una táctica propia de cualquier lobby.
Por otro lado, un lobby no tiene que ser necesariamente un gran grupo. Realmente, en lugar de una gran masa capaz de hacer presión, puede ser también un pequeño grupo con influencia suficiente. En los Uber Papers se habla de una posible relación de colaboración con Emmanuel Macron, en su momento Ministro de Economía, como una fuerza para la entrada de la compañía en Francia.
En esencia, un lobby no es algo malo, ni tampoco las tácticas de presión para lograr un objetivo. Sin embargo, cuando dichas tácticas son ilegales y perjudican a otros, en lugar de obtener solo una mejora para un grupo, es entonces cuando sí estamos hablando de algo negativo.
