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De los creadores de «¿Gasolina 95 o 98?» te presentamos: ¿Cuál es la diferencia entre el diésel normal y el premium? En Diariomotor le hemos dedicado unos cuantos artículos al eterno debate de la gasolina de 95 y 98, explicando la diferencias entre ambas, sus ventajas e inconveniente, y sobre todo, cuando debes repostar una u otra. No obstante, en el oscuro mundo del diésel también nos encontramos con esa cuestión cuando estamos junto al surtidor y nos preguntamos si merece la pena pagar algunos euros más por el diésel premium, A+, gasoil del caro o como lo llame la petrolera de turno.
Número de cetano: la gran diferencia
La gran diferencia entre ambos tipos de diésel es el llamado número de cetano, el cual toma el valor de 51 para el más económico y de 55 para el premium. Pero, ¿qué indica este número? El número de cetano hace referencia al tiempo que transcurre desde que se inyecta el combustible en el cilindro hasta que comienza el procedo de combustión, de forma que un mayor número de cetano implica un menor tiempo, y por tanto, una combustión de más calidad.
Así pues, el «gasoil del caro» al tener un mayor número de cetano proporciona una mejor combustión, con un menor consumo, menores vibraciones y un mayor rendimiento. ¿Cuánto mejor? Esa es la gran pregunta, y atendiendo a distintas fuentes (sin incluir a las petroleras por razones obvias), se estima en un 5 % como mucho. No obstante, y a diferencia de lo que ocurría con la gasolina de 95 y 98, no existen razones puramente técnicas o de diseño de los propulsores que exijan trabajar con un mayor número de cetano para que no se produzcan averías o extraer todo su potencial.
¿Qué otras diferencias existen?
Para contestar a esta pregunta lo ideal es realizar un análisis químico y verlo por nosotros mismos. Por desgracia aún no tenemos esa maquinita en la redacción. Si echamos mano de las hojas de características técnicas disponibles en las web de las diferentes petroleras vemos como, a excepción del número de cetano, calcan todos sus valores, pero ojo, ya que algunos de ellos hay truco, pues se refieren a contenidos máximos o mínimos, y no a un valor en concreto. No obstante, es habitual que contengan una menor cantidad de azufre y residuos, así como que su viscosidad sea algo inferior.
En líneas generales estos combustibles premium suelen poseer una serie de aditivos anticorrosión, detergentes o antiespumentes como valor añadido y con el objetivo de producir menos residuos y carbonilla o proteger el motor. Que su efecto sea tan notable y maravilloso como indica la publicidad es otro asunto. Igualmente, al estar este diésel premuim más refinado y mejor tratado incluye menos residuos y alcanzan unas temperaturas de combustión levemente mayores, por lo que es algo más beneficioso de cara a la vida del filtro antipartículas.
Sin embargo, sí que existe una gran diferencia clara y tangible, que es su precio. En España, el pasado años 2019 (por tomar una referencia sin influencias de la actual crisis del coronaviros) el coste de un litro de diésel normal se tituaba en 1,232 €, mientras que el coste del premium era 1,310 €, es decir, un 6 % superior. Por tanto, si tenemos en cuenta esa mejora del 5 % que hablábamos al principio, no vendría a compensar su uso.
¿Merece la pena repostar diésel premium o es puro marketing?
Ese es el quid de la cuestión. La mejor forma de argumentarlo, más allá de experiencias personales no documentadas, es hacer referencia a un estudio llevado a cabo por Deco Proteste, el equivalente portugués a nuestra OCU, en el cual recogieron muestras de ambos tipos de gasoil en varias estaciones de servicio, y tras analizarlas, teniendo en cuenta el funcionamiento del coche e impacto medioambiental, llegaron a la conclusión que la única diferencia es el precio, pues los datos de contaminación y consumos obtenidos eran muy similares.
No obstante, ese estudio se realizó en en base al diésel vendido en las gasolineras lusas y no españolas, por lo que cabría la posibilidad que los resultados ofrecidos en España presentasen algunas diferencias, aunque no en exceso, ya que la normativa en materia de combustibles, así como mucha otra relacionada con temas técnicos y de consumo, es dictada por la Unión Europea y los países miembros lo único que hacen es trasponer las directivas correspondiente en forma de leyes o decretos.
El diésel A+ puede provocar averías en tu coche
Para terminar, me gustaría subrayar que no siempre lo más caro es lo mejor, y esto también se aplica al diésel. El gasóleo de mayor precio presenta una menor viscosidad, lo que quiere decir que se adhiere un poquito peor a las superficies de los elementos por los que circula, y por tanto, tiene un menor poder de lubricación que el diésel común, cuya viscosidad es mayor. En un motor common rail este hecho no supone mayor inconveniente, pero en los no tan antiguos bomba-inyector, y sobre todo en los motores de finales del siglo pasado con bombas de inyección de pistones lineales y rotativas, esa menor lubricación es crítica y puede provocar ciertas averías en esos componentes.
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