Los patinetes eléctricos casi han “invadido” tanto los grandes como los pequeños núcleos urbanos. La capacidad que aportan a los usuarios para desplazarse de forma rápida y ágil ha hecho que sean uno de los medios de transporte más prácticos. Y han llegado para quedarse.
Qué es un patinete eléctrico
Aunque hace años que habíamos visto la existencia de medios de desplazamiento individuales a base de motores eléctricos, ha sido el patinete eléctrico el responsable de la creación del concepto del VMP, vehículo de movilidad personal.
En esencia, un patinete eléctrico es un vehículo individual que cuenta con dos ruedas, un patín al que subir, y un manillar con el que controlar el vehículo.
Su nombre es fácil de ubicar cuando recordamos que un patinete era similar a un monopatín, pero con manillar. Y en este caso, lo que añadimos es el correspondiente motor eléctrico.
Cómo son los patinetes eléctricos normales
Los patinetes eléctricos estándar, los que vemos en todas las ciudades del mundo, y que todos tenemos a nuestra disposición para comprar, alquilar, o con los que circular de forma legal por España, son aquellos que cuentan con un precio de entre unos 250 y unos 600 euros, aunque pueden ser más caros si incluyen accesorios o funciones especiales, o si son de una marca que vende productos de precio costoso.
El máximo referente en el mundo de los patinetes eléctricos es sin duda el Xiaomi Mi Electric Scooter. Y es que Xiaomi lanzó un modelo de patinete, que ha recibido múltiples revisiones, y que ha sido copiado prácticamente por todos los fabricantes del mundo. Es por esto, además, que casi todos los patinetes coinciden en una serie de características.
Por lo general nos encontramos con un modelo con una velocidad máxima de unos 30 km/h, y una autonomía de unos 20 km con una sola carga. Todo esto dependiendo del modo en el que lo usemos, y del peso del usuario o la velocidad a la que solemos circular.
Tenemos una estructura metálica para todo el cuerpo del patinete, con un elemento de bisagra que lo hace plegable y más fácil de transportar. Además, las ruedas suelen contar con cámara de aire. En la rueda trasera solemos encontrar el freno de disco, que se une al sistema de frenado regenerativo.
Patinetes eléctricos con variantes técnicas
Además del estándar del patinete eléctrico, hemos visto diversas variantes y añadidos técnicos que han aportado mejoras entre las diferentes versiones y los distintos fabricantes.
Por ejemplo, la suspensión es uno de los añadidos que vemos en muchos modelos disponibles para alquilar en ciudades, que los hace más cómodos de conducir y aporta más facilidad para enfrentarse a pequeños baches en ciudades.
También es común ver que muchos de los patinetes cuentan con ruedas rígidas, sin cámara de aire, lo que hace que no se pinchen y no haga falta sustituirlas, aunque pierden algo de tracción y tienen menos absorción de los impactos.
Algo también común es ver patinetes con mayor potencia, con capacidad para llevar a dos personas, o alcanzar velocidades superiores. Por lo general suelen venir acompañados de ruedas más grandes, o incluso con tacos en sus versiones off-road. Eso sí, algunos de estos modelos no son aptos para circular legalmente por España, por ejemplo, por tener una potencia superior a la permitida.
Claro está, una de las grandes mejoras que vemos en los patinetes que tienen un aspecto algo más bruto, es la existencia de baterías de mucha más capacidad, que nos aportan una autonomía superior, y nos hace olvidarnos del miedo a quedarnos sin batería a medio camino.
Y no nos olvidamos de aquellos patinetes que incluyen asiento, habiendo algunos que prácticamente son una especie de bicicletas eléctricas, y otros que simplemente integran un accesorio sobre la estructura normal permitiendo que el usuario se siente durante los trayectos.